Crecen organizaciones nicolaitas en apoyo a la destitución de Yarabí Ávila González como rectora de la UMSNH, con presiones sindicales.
Morelia, Michaocán.- Cada vez son más las organizaciones nicolaitas de trabajadores administrativos y académicos, e incluso de alumnos, que buscan la destitución de Yarabí Ávila González, como rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Así lo consideró el secretario general del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), Eduardo Tena Flores, quien recordó que el SUEUM ya solicitó ante la presidencia de la Comisión de Rectoría la remoción de la rectora nicolaita.
“Está creciendo el número de organizaciones universitarias que están pidiendo su destitución, esperemos que la Comisión de Rectoría se reúna pronto, deben hacerlo en estos días”, declaró el líder sindical, quien este mediodía se reunió con legisladores del Congreso de Michoacán.
Cabildea SUEUM la no aprobación a reforma de Ley Orgánica nicolaita
Con los diputados michoacanos que incluyeron tanto a la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) como al presidente del Congreso, Fabiola Alanís Sámano y Juan Antonio Magaña de la Mora, respectivamente, el líder suemista cabildeó el que no se apruebe la reforma a la Ley Orgánica nicolaita.
Si bien la petición no es que se deseche del todo, sí se puso sobre la mesa la posibilidad de modificarle algunos puntos, sobre todo lo que tiene que ver con el sistema de jubilaciones y pensiones, al considerar que tal como la aprobó el Consejo Universitario, es violatoria de sus derechos y conquistas laborales.
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“Tenemos grandes acuerdos, nosotros dimos nuestra posición respecto a la reforma que pudiera enviar en estos días la Rectoría; con los diputados coincidimos en que solamente será necesario que arrastremos el lápiz un rato y proponer algunas modificaciones”.
El compromiso para ello, dijo Tena Flores, es que los legisladores harán lo necesario para que se salvaguarden sus derechos laborales y no se deje en el “quebranto” a las nuevas generaciones, a las que, de acuerdo con el documento aprobado por el Consejo Universitario, se les negarían las pensiones universitarias para su retiro.