De cara a la elección presidencial que se celebrará en Estados Unidos el próximo 8 de noviembre, el número de mexicanos regularizados en el país vecino se elevó en un 25 por ciento con la firme intención de echar abajo las aspiraciones políticas del candidato por el Partido Republicano, Donald Trump.
Con base en un informe otorgado por la Secretaría del Migrante, del universo de 34.6 millones de mexicanos que radican en Estados Unidos, cerca del 49 por ciento ha decido consumar su naturalización, para participar en las elecciones que definirán al nuevo presidente del país vecino.
Como contexto, es importante mencionar que en 2015 el Pew Research Center analizó que un tercio de los mexicanos en los Estados Unidos son nacidos en el extranjero, en comparación con el 35 por ciento de los hispanos y el 13 por ciento del total de la población de Estados Unidos. Señala que alrededor del 42 por ciento de los inmigrantes de México han vivido en Estados Unidos por más de 20 años y alrededor de una cuarta parte de los inmigrantes mexicanos (26 por ciento) son ciudadanos de ese país.
No obstante, el descontento que se resiente en los hispanos que radican en EU hacia Donald Trump se convirtió en un incentivo fundamental para que el número de mexicanos naturalizados creciera en un 25 por ciento.
“Las elecciones en el vecino país del norte es una coyuntura, el efecto Trump ha empañado la imagen de los migrantes y específicamente la de los mexicanos, de ahí el incremento de violaciones por parte del departamento de policías en contra de minorías latinas”, aseveró el secretario del Migrante en Michoacán, José Luis Gutiérrez Pérez.
Bajo este tenor, resaltó que diversas organizaciones latinas que operan en Estados Unidos han venido promoviendo el voto de quienes fueron en busca del “sueño americano”, con la firme y única intención de poner freno a las aspiraciones políticas de Trump.
Si bien enfatizó el considerable crecimiento que han tenido los mexicanos naturalizados, recalcó que actualmente existen cerca de seis millones de hispanos indocumentados en EU, de los cuales al menos un millón de inmigrantes serían de nacionalidad mexicana.
Ante este panorama, el próximo ocho de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, un proceso que marcará la ruta que tendrán las relaciones político-económicas entre dicho país y México.
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