En un auténtico elefante blanco se han convertido los corralones con que opera el Ayuntamiento de Morelia, pues mientras éstos parecen encontrarse en un total olvido, el gobierno que dirige Alfonso Martínez Alcázar eroga anualmente un monto de cuatro millones 800 mil pesos para su mantenimiento y renta.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Administración Municipal, la millonaria cantidad antes señalada se le imprime únicamente a dos de los tres corralones que dependen del Municipio, considerando que uno de éstos es propiedad del Ayuntamiento capitalino.
Si bien existe la intención de erradicar a por lo menos dos corralones para mantener tan sólo uno en operación, mensualmente el Ayuntamiento invierte cerca de 400 mil pesos para cubrir las rentas de aquellos espacios que durante años han servido para albergar automotores en el olvido de sus propietarios.
Un punto a destacar es que conforme avanzan los años, el número de automotores se ha elevado de manera exponencial, pues actualmente son cerca de tres mil 340 unidades las que se encuentran varadas en los tres corralones de la ciudad.
El crecimiento desmedido de unidades, según se ha explicado por el Ayuntamiento, obedece a que cerca del 50 por ciento de éstas no se han podido recuperar debido a que se decomisaron bajo un procedimiento judicial que aún no se ha desahogado.
Esta condición, ha derivado en que los corralones de la capital hayan pasado de ser espacios de resguardo automovilístico a focos delictivos, pues con frecuencia se reportan robos de autopartes cuando un propietario se dispone a recoger su respectivo automotor.
Intentos en vano
Ante este escenario, el pasado 13 de enero de 2016 el Ayuntamiento independiente buscó establecer una limpia sobre los corralones de la capital, a través de un proyecto denominado “Feria del Corralón”, en el cual se ofrecieron descuentos de hasta un 95 por ciento en multas y recargos, con la finalidad de que la ciudadanía recogiera sus vehículos bajo considerables facilidades.
La proyección del Municipio aterrizaba en que mediante dicha Feria del Corralón, se consiguiera la habilitación de tan sólo un espacio, pues se pensaba que con ello el número de automotores olvidados sufriría una reducción importante.
Con todo y las buenas intenciones del Ayuntamiento, el 29 de enero se presentaron los resultados de la primera Feria del Corralón que conoció la ciudad, y en ellos se evidenció que el plan de acción coordinado por el Municipio resultó ser un fracaso.
El fracaso referido se sustenta en que de los mil 800 vehículos contemplados en la Feria del Corralón, únicamente 170 automotores fueron recogidos por sus respectivos propietarios, sin importar que el Ayuntamiento facilitara importantes descuentos en las multas y recargos acumulados.
Segundo fracaso
En un segundo intento de depurar el número de vehículos que se encuentran varados en la capital, el pasado 9 de mayo se anunció una Feria del Corralón más; sin embargo, de igual forma los resultados no fueron los esperados por la administración que dirige Alfonso Martínez.
Fue el Tesorero Municipal, Alberto Guzmán Díaz, quien detalló que en la pasada Feria del Corralón que se realizó del 17 al 31 de mayo de 2016, tan sólo 150 de tres mil 340 vehículos fueron reclamados por sus respectivos propietarios, de manera que se consumó el segundo fracaso del gobierno independiente.
Alberto Guzmán Díaz precisó que a través de las ferias del corralón se lograron recaudar 200 mil pesos, pese a que las expectativas del Ayuntamiento apuntaban a que se consiguiera una ganancia de por lo menos un millón de pesos.
Subastarían vehículos
Los repetidos fracasos del Ayuntamiento provocaron que se pensara en una medida aún más estricta: buscar subastar los vehículos que, durante años, han permanecidos varados y en total abandono al interior de los corralones municipales.
Esta idea se planteó por primera ocasión el pasado 13 de junio de 2016, y a ocho meses de que esto sucediera, todo parece haber quedado en un anuncio que no se hará realidad.
Sin embargo, de voz del secretario de Administración Municipal, Yankel Benítez Silva, el pasado 2 de febrero se informó que la subasta de vehículos sigue en pie, y que se está buscando el aval jurídico correspondiente para poder lucrar con los automotores que parecen haberse quedado sin dueño.
“Son tres corralones los que tenemos en el Ayuntamiento, dos son rentados y uno es propio del Municipio; también ahí se tiene que hacer un análisis muy profundo, ya lo estamos trabajando con el área de la Comisión de Seguridad Municipal porque muchas de las unidades que tenemos dependen o están bajo resguardo del Ayuntamiento por tener algún tema pendiente con autoridades judiciales”, refirió Yankel Benítez en una entrevista concedida hace unos días.
De proceder a subastar los automotores olvidados, explicó que el Ayuntamiento deberá buscar la anuencia de las autoridades encargadas de su resguardo, pues de lo contrario se podría incidir en una falta administrativa.
“Tenemos que solicitar la anuencia de las autoridades o los terceros que tienen en estos momentos unidades dentro de los corralones que nosotros tenemos rentados para poder llevar a cabo esta depuración; la intención es que en este año logremos ya concretar el cerrar los dos corralones que están siendo rentados en estos momentos, y que nos cuestan aproximadamente 400 mil pesos mensuales”, agregó.
Ante esta situación, resulta contrastante que mientras el Ayuntamiento anunció en días pasados que durante el presente ejercicio fiscal se generaría un ahorro de siete millones de pesos, a través de discretas medidas de austeridad; el Municipio destina un recurso de cuatro millones 800 mil pesos al subsidio de los olvidados corralones de la capital michoacana.