“La inseguridad es aún uno de los principales pendientes que enfrenta el Gobierno de Michoacán, pues aún se aprecian focos rojos en los que se tiene que trabajar”, consideró Carlos Navarrete Ruiz, quien renunciara a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) luego de los raquíticos resultados que obtuvo el sol azteca en la jornada comicial del pasado siete de junio de 2015.
Al ser entrevistado previo al Primer Informe de Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, el ex dirigente perredista consideró que los avances sociales y económicos que presenta Michoacán en materia de seguridad han sido favorables, pero sostuvo que existe trabajo por hacer en relación a la inseguridad que continúa mermando la estabilidad del estado.
“La inseguridad de Michoacán no se va a acabar por decreto, se va a solucionar ofreciendo mejores condiciones sociales y con el combate a los cárteles michoacanos”, enfatizó.
El eje central de la política social en la administración silvanista, dijo, se debe concentrar en recuperar la gobernabilidad que, desde su apreciación, se perdió tras las inconsistencias y altibajos que se vivieron durante la pasada administración.
Otro de los pendientes que, subrayó, se deberá atender es la postura que mantiene la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en torno a la implementación de la Reforma Educativa, pues resaltó la urgencia de recuperar la estabilidad en el sector educacional del estado.
Sin titubeos, dijo que los “desmanes” provocados por quienes no comulgan con los lineamientos de la Reforma Educativas se deben erradicar, de manera que manifestó una postura clara en favor de la reforma que derivó en la mayor crisis que ha vivido el sector educativo a nivel nacional.
Bajo estos argumentos, Carlos Navarrete destacó la cercanía y compromiso que Silvano Aureoles habría demostrado tener con la ciudadanía, pero precisó que aún existe trabajo por atender en coordinación con el gobierno federal.
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