Estos son cinco dulces típicos de Michoacán, que fascinan tanto a sus habitantes, como a quienes visitan el estado
Morelia, Michoacán.- En el nombramiento de la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, otorgado en 2010 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el paradigma es la gastronomía de Michoacán, que entre muchas delicias, ofrece estos cinco dulces típicos… ¿los conoces?
Mientras el Mercado de Dulces y Artesanías “Valentín Gómez Farías”, es un recinto turístico comercial de visita obligada en el Centro Histórico de la ciudad capital, Morelia, las golosinas michoacanas se ofertan también en espacios de gran afluencia del interior del estado, como el Mercado Morelos de Zamora, en el Bajío.
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En atractivos escaparates saturados de colores, formas y aromas que incitan a acercarse y probar alguno de los llamativos productos regionales, destacan cinco dulces típicos de Michoacán que enlistamos a continuación y los cuales, a excepción del último, son legado de monjas que los preparaban en antiguos conventos virreinales:
1.Ates morelianos. Elaborados de fruta cocida con azúcar, son tan nutritivos como las mermeladas y pueden combinarse con diversos ingredientes en distintas preparaciones culinarias, gracias a su versatilidad, ya sea a modo de acompañamiento, relleno o decoración. Poseen excelentes propiedades naturales: alto contenido de fibra que ayuda a la digestión, vitaminas, minerales y son fuente de energía.
Adicionalmente, entre sus ventajas se cuenta que pueden permanecer largos periodos almacenados en anaqueles, sin que sus cualidades nutrimentales o estéticas resulten afectadas.
Los más frecuentes son de membrillo, guayaba y tejocote, aunque también hay de zarzamora, fresa, manzana verde, durazno y chamoy.
2. Chongos zamoranos. Postre cocinado con leche entera de vaca cortada por jugo de limón y mezclada con azúcar y canela, en forma de trozos de consistencia suave.
Se encuentra a la venta en distintas presentaciones, a granel, empaquetados en recipientes de plástico e inclusive enlatados. La expansión de su fama y distribución sucedió hacia la primera mitad del siglo XX.
3. Morelianas. De la ciudad de Morelia, como el nombre lo indica, es una especialidad local. Están hechas de masa de azúcar y nuez, con una capa exterior de dulce de leche espolvoreada con glasé.
4. Rompope artesanal. Leche, canela, huevo, azúcar y alcohol son los ingredientes básicos de esta bebida. Actualmente se prepara en todo el país, pero es habitual en los municipios situados al centro de Michoacán.
Su color suele ser amarillo, aunque puede variar al adicionarse otros componentes vegetales, como café o vainilla.
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5. Nieve de pasta. Del Pueblo Mágico de Pátzcuaro, se elabora con leche bronca de vaca, licuada con almendras, pasas y nueces. Según la página web de la Secretaría de Turismo (Sectur) del estado, la fórmula fue creada en 1905 por don Agapito Villegas. Desde entonces, su fama ha trascendido hasta alcanzar el ámbito internacional.
La Lupita, La Pacanda y Eréndira, son tres neverías familiares localizadas en el portal Hidalgo que han mantenido esta tradición culinaria, al transmitirla de generación en generación.
