AMLO asegura estabilidad económica, pero surge la pregunta ¿Es real la confianza de los inversionistas en México?
Ciudad de México.-En una reciente conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desestimó las preocupaciones sobre una devaluación del peso y la fuga de capitales ante la reforma judicial, calificándolas de “puras mentiras”.
Afirmó que la economía de México se mantiene robusta y que la confianza inversionista sigue firme, respaldada por un gobierno con credibilidad moral y política. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es esta percepción de estabilidad un reflejo de la realidad? ¿Existe una verdadera confianza a largo plazo de los inversionistas en México?
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López Obrador, durante su intervención, refutó las especulaciones sobre una crisis económica por cambios en el sistema judicial, enfatizando que:
“No solo no se ha devaluado el peso, sino que es probable que termine su sexenio sin una devaluación”.
El presidente aseguró que las reformas constitucionales impulsadas por su administración “no afectarán la estabilidad financiera ni la llegada de inversiones”.
A pesar de esto, algunos analistas económicos y financieros advierten que la estabilidad económica de México no solo depende de políticas internas, sino también de factores externos como la política monetaria estadounidense, la inflación global y el nearshoring.
Aunque el peso mexicano ha sido relativamente fuerte recientemente, la percepción de una mayor intervención política en las instituciones judiciales podría disuadir a los inversionistas extranjeros.
A nivel macroeconómico, México ha presentado indicadores positivos. El Banco de México reporta un crecimiento moderado y una inflación que, aunque alta, comienza a desacelerarse.
La inversión extranjera directa se ha mantenido estable, beneficiando sectores clave como manufactura, energía y tecnología.
No obstante, el panorama global y los riesgos internos podrían generar volatilidad en los mercados financieros, poniendo a prueba la confianza de los inversionistas en el mediano y largo plazo.
Mientras que las declaraciones de López Obrador intentan proyectar una imagen de confianza y estabilidad económica, la situación real es más compleja y los desafíos persistentes podrían afectar la percepción de los inversionistas sobre México.