Un desfile con confeti exclusivo para la rectora de la UMSNH durante el aniversario de la Revolución Mexicana.
Morelia, Michoacán.- Dos cañones de confeti estaban listos, uno de los hombres encargados de operarlos esperaba paciente bajo el rayo del sol; enciende un cigarrillo y observa pasar el desfile conmemorativo por el 114 aniversario de la gesta heroica de la Revolución Mexicana.
De pie, frente al Colegio de San Nicolás, aguarda la orden; “ya viene el contingente de ‘la michoacana’”, se escucha gritar a un grupo de jóvenes sentados en la banqueta que de inmediato se pusieron de pie para tener mejor visión.
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Segundos después se hizo visible un contingente con banderas y logos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; ataviados con uniformes deportivos, los jóvenes continuaron su paso, respaldados por la banda de guerra, que marcaba el paso corto.
Se escuchó la marcha tan característica de la Casa de Hidalgo y el “pis pas” que no se hizo esperar; los aplausos y vítores se escondían entre las notas de los tambores y al paso, el contingente de funcionarios universitarios pasó frente al Colegio de San Nicolás.
Contingente de la UMSNH durante el desfile conmemorativo por el aniversario de la Revolución Mexicana | Foto: Contramuro
El abogado general, el secretario de Difusión Cultural, el director de la Facultad de Derecho y otros funcionarios marchaban y llevaban los banderines de los valores que, en teoría, se enseñan en la máxima casa de estudios de Michoacán.
Confeti para la rectora
Y los operadores de los cañones de confeti seguían a la espera… la tuna nicolaita siguió al paso y daba entrada al contingente “especial” ese donde venía al centro la rectora nicolaita, Yarabí Ávila González, portando el escudo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Y entonces una lluvia de confeti y papelitos azules y blancos se dejó ver en el corazón del Centro Histórico de Morelia, pero la rectora pasó así, en silencio, sin aplausos, sin vítores, sin banda de guerra, sin vivas… únicamente con el festejo involuntario de las máquinas de confeti que encendieron a su paso.
El desfile siguió, las adelitas y el grupo deportivo de la Casa de Hidalgo continuaron con sus rutinas; los equipos de básquetbol, de fútbol y de danza, rompieron el silencio y arrancaron otra vez los aplausos de los espectadores.
Sin embargo, para ellos no hubo papelitos ni confeti, esos, fueron exclusivos para la rectora.