Este viernes concluyeron las comparecencias de los aspirantes a ocupar la titularidad de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM)
Morelia, Michoacán.- Este viernes concluyó la etapa prevista para las comparecencias de los aspirantes a ocupar la titularidad de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), con entrevistas disímbolas en tiempos y conocimientos.
No faltaron los aspirantes que confundieron las comparecencias con campañas políticas, y acompañados de porra se apersonaron ante los diputados buscando demostrar músculo, aunque sus exposiciones dejaran qué desear.
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Fue el caso de María Esther Ruiz López, que al ser la última compareciente buscó cerrar con broche de oro, más que por sus conocimientos en la materia, por los aplausos de sus acompañantes.
De hecho, María Esther Ruiz sorprendió por plantear temas tan elementales como el señalar que la ASM requiere abogados –lo que ya ocurre-, y que el personal del organismo requiere saber que su deber es fiscalizar.
Para no pasar de largo, apeló al tema de género al pedir a los diputados que hicieran historia designando a una mujer como titular de la Auditoría.
Otro que llevó acompañantes fue José Luis Becerril Flores, que, aunque menos sonora también se hizo notar. El defendió la idea de instrumentar auditorías forenses y se pronunció por atacar el binomio corrupción-impunidad.
El primer compareciente fue el actual encargado de despacho de la Auditoría Superior de Michoacán, Marco Antonio Bravo Pantoja quien, gracias a su cargo tuvo mayores elementos para hablar de las necesidades y retos del órgano fiscalizador.
En la jornada de trabajo fue quien más tiempo tuvo para su exposición, casi media hora, no obstante que el tiempo inicialmente previsto para cada compareciente era de diez minutos.
Refirió que se tienen que instrumentar medidas como la de “No al soborno”, y se pronunció por que la Auditoría no sea un órgano mediático sino de resultados, por mayor capacitación del personal, y porque la institución sea ejemplo de autonomía y rendición de cuentas.
Por su parte Juan Manuel Becerril López, se pronunció en su comparecencia por una mayor coordinación entre la ASM y la Auditoría Superior de la Federación, además, expuso la necesidad de una Ley de Protección a las Personas Denunciantes.
Mario Pineda Bañuelos expuso a su vez la necesidad de que se fiscalice el 100 por ciento de los recursos de origen estatal, y no sólo una muestra como ocurre actualmente.
En tanto, María del Carmen Ponce de León consideró que se precisa un diagnóstico para conocer la situación que priva en la Auditoría, y consideró que la fiscalización debería realizarse en tiempo real.
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Elí Tello Esquivel refirió en su intervención que se debe evitar que los auditores se trasladen a campo durante todo el proceso de fiscalización, y consideró que la Auditoría tiene que ser un órgano imparcial, sin atender a intereses políticos o de partido.
Finalmente, José Antonio Andrade Tena consideró que la Auditoría se ha estancado, y recalcó que su labor debe desarrollarse sin intereses de por medio, al tiempo que recordó que no se ha abatido la impunidad.