“Me tendré por muy honrado con el epíteto de humilde siervo de la nación”, fueron las palabras que emanaron de la boca de Don José María Morelos, ese personaje histórico que, con su recuerdo, convocó este 30 de septiembre a miles de morelianos para ser partícipes y espectadores en el desfile cívico-militar que se realizó en su honor.
Eran las nueve horas de este viernes y las calles del Centro Histórico ya lucían abarrotadas de morelianos, quienes en su afán de respetar una tradición familiar y patriótica, se dieron cita en el primer cuadro de la ciudad para estar presentes en el desfile que año con año, ha servido para enaltecer la imagen del principal referente histórico en lo que fue la consumación de la Independencia de México.
Previo al ingreso de los asistentes, los operativos conformados por militares y elementos de la Policía Michoacán iban y venían de un lado a otro. El operativo no era en vano, pues trataban de blindar cada rincón de la ciudad, tomando en cuenta que las condiciones de seguridad que presenta Michoacán aún muestran ciertas deficiencias.
En total, el cinturón de seguridad estuvo conformado por mil elementos repartidos entre militares y policías tanto federales como estatales, quienes se vieron respaldados por 18 arcos de seguridad.
Con la seguridad montada, a eso de las 10 horas comenzaron a ingresar los morelianos que asistieron al desfile; en grupos de amigos y principalmente en familia.
Ya con la Avenida Madero abarrotada, en presencia del Ejército Mexicano y de efectivos de Operaciones Especiales de las fuerzas castrenses, arrancó el desfile conmemorativo por el CCLI aniversario del natalicio de José María Morelos.
Conforme avanzaban los protagonistas del desfile, lo único que llegó a distraer la mirada de los espectadores fue el espectáculo que ofrecieron las fuerzas aéreas del Ejército Mexicano, mismas que volaron de un lado a otro por encima de la Catedral de Morelia.
Al paso de los contingentes militares, los aplausos de las familias presentes no se hicieron esperar, y no fue para menos, pues muchos tuvieron que soportar una espera de casi tres horas para ocupar un espacio favorable.
Más atrás caminaron los funcionarios municipales, quienes encabezados por el secretario del Ayuntamiento, Jesús Ávalos, fueron observados por los “anfitriones” del evento: el gobernador, Silvano Aureoles Conejo y el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quienes desde uno de los balcones de Palacio de Gobierno, pudieron apreciar el evento con una vista privilegiada y en compañía del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.
Tras las fuerzas castrenses y los funcionarios del Ayuntamiento, siguieron estudiantes de Nivel Media Superior y Superior, quienes en compañía de sus respectivas bandas de guerra, marcharon bajo el cobijo de los aplausos de familiares, allegados y extraños.
Ahí, destacó la presencia de instituciones como Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y de la Normal Superior, acompañadas de algunas otras que operan bajo el esquema de sector privado.
A lo lejos, el secretario de la Defensa Nacional apreciaba el evento, y al mismo tiempo invitaba a Alfonso Martínez y a Silvano Aureoles a apreciar el repetido espectáculo que ofreció la Fuerza Aérea Mexicana en cielo moreliano.
Atrás de las fuerzas castrenses, federales, estatales y de las instituciones académicas partícipes, marchó la caballería rural, montados en imponentes corceles, que atrajeron la mirada de los morelianos que se dieron cita en el Centro Histórico de la ciudad.
Al cesar su andar, la caballería cerró con “broche de oro” el magno evento dedicado al Siervo de la Nación, para que posterior a ello, se concluyera un desfile más en honor a José María Morelos, ese referente histórico que sigue siento catalogado como el principal promotor de la Consumación de la Independencia de México.
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