La inminente llegada del Huracán Beryl desencadena compras de pánico en Yucatán
La inminente amenaza del Huracán Beryl en la península de Yucatán ha desatado un comportamiento de urgencia entre sus habitantes, manifestado en compras de pánico. A pesar de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha proyectado que los impactos del fenómeno natural se sentirán a partir del jueves 6 de julio de 2024, la población ya se encuentra en una carrera frenética por abastecerse.
Escenas de estantes vacíos se han vuelto comunes en los mercados locales, capturadas en videos que circulan por las redes sociales, mostrando a la gente acumulando provisiones de agua, alimentos y baterías en anticipación al huracán Beryl. La Universidad del Valle de México (UVM) señala que la reacción humana frente a amenazas inminentes involucra altos niveles de incertidumbre, provocando respuestas precipitadas como las compras de pánico.
Razones de las compras de pánico
El desconocimiento sobre la severidad y duración de la crisis impulsa a las personas a comprar en exceso, a menudo más de lo necesario. El gobierno de Yucatán ha publicado un video explicativo donde aconseja asegurar puertas, ventanas y techos, y sugiere prepararse con un radio, lámpara, pilas de repuesto y un kit de primeros auxilios. Una mochila de emergencia con estos esenciales también se recomienda.
Además, se han detallado los cinco niveles de alerta y se aconseja tener reservas de comida básica no perecedera y agua para, al menos, cuatro días. Estas sugerencias, sin embargo, a menudo hay población que las lleva al extremo, resultando en las mencionadas compras de pánico.
La Universidad Simón Bolívar de Bolivia explica que el estrés agudo puede llevar a decisiones poco racionales y a un comportamiento de supervivencia. Esta dinámica no solo se observa durante pandemias, sino también frente a desastres naturales como el Huracán Beryl.
OjoLa sensación de escasez intensifica la sensación de crisis, especialmente cuando los medios de comunicación y las redes sociales reportan sobre la falta de suministros, alimentando un ciclo de miedo y pánico entre la población.