Ciudad de México.- Tras las declaraciones que la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco a hecho públicas para señalar que su partido político el Revolucionario Institucional (PRI), atraviesa una crisis de credibilidad y confianza entre la gente, lo que tendría que llevar a que en la Asamblea Nacional priista se acuerde abrir las elecciones de candidatos para contender en 2018 a la sociedad.
Y es que ya en diversas ocasiones, Ortega Pacheco ha hecho público su propuesta de que sea la militancia y no los altos mandos quienes elijan a sus próximos candidatos, pues a advertido que de no ser así, no se llegará con un abanderado que realmente represente las causas priistas y que pueda suceder a Enrique Peña Nieto en 2018; pues a su consideración difícilmente podría competir sin la simpatía de la gente.
Este tipo de situación en la que se ha involucrado Ivonne Ortega, da paso a una serie de discusiones y publicaciones de columnistas reconocidos en las que la ponen no como abanderada, pero sí como un elemento de suma que en determinado caso podrá ser quien apoye la causa priista o bien, la eche para abajo.
Un ejemplo claro es el del columnista José Jaime Ruiz, quien este sábado publicó en diversas plataformas el texto “Ivonne, Meade, Narro”, en el que pone a los tres personajes en situaciones presidenciables, la primera como agente de cambio y los otros dos como posibles candidatos del priismo para la sucesión presidencial. Analiza las declaraciones de Ortega Pacheco y considera que más allá de una rebeldía, representan una disidencia, es decir, un quebranto o bien un parteaguas en el seno del PRI nacional.
Retrata de cierta forma la crisis no solo de credibilidad que trae a cuestas el PRI, si no también la crisis partidista que ha llevado al instituto político al “declive” mismo que debe recomponerse una vez que se analicen las estructuras y la base del partido. Pues es claro que la política mexicana va en picada entre la sociedad que cada vez busca representantes más cercanos y refiere el caso en el Estado de México, donde Morena demostró que la fuerza del PRI ya no pesa.
Por lo que considera que uno de los temas que se deben discutir y analizar es el hecho de que “el PRI ya no ganará pos sí mismo, es necesario pensar en el candidato”. Y ahí, es donde a decir del columnista, entran personajes como José Narro Robles y José Antonio Meade Kuribreña quienes han mostrado cierta simpatía entre la gente el primero por su reconocida figura como ex rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el segundo como “un elemento de cohesión”.
En ese entendido, se plasman en el texto las posibilidades de personajes como Aurelio Nuño Mayer, Luis Videgaray Caso, quienes ya también han dejado ver aspiraciones presidenciales; así como José Calzada Rovirosa, quien en bajo perfil ha sido uno de los secretarios de estado que mejores resultados ha brindado al Gobierno de México.
“La disidencia del PRI no quiere secuestrar la sucesión, quiere el mejor candidato a suceder a Peña Nieto, por eso piden no tanto que se cumpla el protocolo de la militancia de años sino la identidad priista y, sobre todo, que la sucesión no sea una imposición sino una evaluación”, retrata José Jaime Ruiz, quien en ese entendido considera que la posible ruptura del PRI no vendrá de la que llama “disidencia” si no que podría ser desde Los Pinos y es ahí donde Ivonne Ortega Pacheco regresa al escenario como un personaje de suma para el partido.