El set ya está listo en la Universidad Hofstra de Nueva York para recibir esta noche a los candidatos a la Casa Blanca. Será la primera vez que el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton se miren cara a cara, aunque desde hace un año se atacan mutuamente; según algunos analistas, ahí radica el atractivo de este encuentro que se prevé será visto por 100 millones de espectadores. Tampoco hay que dejar de lado el hecho de que será el primer debata presidencial en el que participa una mujer.
Este encuentro será decisivo para los candidatos, pues si bien la mayoría de los electores ya ha tomado su decisión de cara a los comicios del 8 de noviembre, los debates pueden tener un impacto en los indecisos, que un sondeo de NBC ubica en 9%, y los candidatos analizan estrategias para seducirlos.
Clinton y Trump están empatados en las intenciones de voto, reveló ayer una encuesta de The WashingtonPost/ABC. La candidata demócrata y su rival republicano cosechan 46% de las adhesiones entre los votantes registrados.
“Normalmente no miramos los debates televisados para ver cuál de los dos candidatos es el más inteligente y quién expone la mayor cantidad de cifras y conocimientos”, dijo Mitchell McKinney, profesor de comunicación política de la Universidad de Misuri y especialista en debates políticos.
Agregó que los televidentes prefieren los candidatos que logran comunicar su visión en pocas frases simples, coherentes y memorables. Por eso Clinton, con su conocimiento detallado de los temas, deberá evitar caer en la trampa de dar respuestas demasiado detalladas y técnicas: “Debes generar una conexión más emocional con los votantes para esperar ganar”.
Lo cierto es que no se ganan elecciones en los debates televisivos, pero sí se pueden perder, algo que deberán tener en mente los dos candidatos a la presidencia.
El debate, de 90 minutos de duración, estará dividido en seis segmentos de 15 minutos, cada uno sobre temas importantes seleccionados por el moderador, el periodista afroamericano Lester Holt de la cadena NBC. Algunos de los tópicos a abordar son: “Logrando Prosperidad”, “Protegiendo a Estados Unidos” y “El Rumbo de Estados Unidos”. Los otros tres serán escogidos antes del encuentro.
Si bien el papel de Holt será dar la voz a cada interlocutor, muchas voces —incluida la campaña de Clinton— le han pedido que desmienta a Trump cada vez que él exprese una mentira obvia, como una que repite de manera constante para atacar a su rival: que él se opuso desde el principio a la guerra de Iraq.
Los candidatos se preparan
Desde hace días Clinton se prepara para el encuentro, analizando las diferentes facetas que su contrincante ha mostrado a lo largo de la campaña, lo que podría darle ventaja para enfrentarlo, aunque también —dicen los expertos— ya le lleva ventaja, dada su experiencia en la política, lo que le será de utilidad para revelar las debilidades del republicano.
En cambio, Trump decidió dedicar sólo el día de ayer a su preparación para el encuentro. Según el New York Times, el magnate se rehusa a memorizar respuestas y a aprender nuevos datos e información que apoyen sus propuestas; además —añade el rotativo—, a su equipo le preocupa su capacidad para mantener la concentración durante los 90 minutos que durará el debate.
Por lo pronto, ya ha lanzado un motivo de preocupación para Hillary: la invitación a Gennifer Flowers, quien fue presuntamente amante de Bill Clinton, para ocupar un asiento en primera fila; esto como amenaza en caso de que acuda al evento Mark Cuban, frecuente crítico de Trump. Sin embargo, la directora de campaña del republicano, Kellyanne Conway, ha dicho que la ex actriz “no había sido invitada” por su equipo; mientras que Mike Pence ha confirmado que no asistirá.
Súper audiencia
• La audiencia estimada para el primer debate entre Clinton y Trump será de entre 20% y 50% más que el primero de 2012 entre el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Rommey, que fue de 67 millones.
• El récord televisivo de audiencia de un debate presidencial lo ostenta el de 1980 entre el entonces presidente demócrata Jimmy Carter y el aspirante republicano Ronald Reagan, que fue visto por 80 millones de televidentes.
• La radio y la televisión seguirán siendo los principales medios de comunicación para difundir el encuentro, pero el internet colocará el debate en múltiples aditamentos y lo hará prácticamente accesible desde cualquier lugar.
• Los otros dos debates se realizarán el 9 de octubre en la Universidad de Washington y el 19 de octubre en la Universidad de Nevada en Las Vegas.
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