Descubre cómo Clara Zetkin fue fundamental en la instauración del Día Internacional de la Mujer.
El Día Internacional de la Mujer, que hoy conocemos como una celebración mundial, no siempre tuvo una fecha establecida ni un alcance global. Esta conmemoración surgió de las luchas de mujeres socialistas, entre ellas Clara Zetkin, una activista alemana que fue instrumental en proponer un día dedicado a la mujer a nivel internacional.
Propuesta en la Conferencia de Mujeres Socialistas
A comienzos del siglo XX, la organización y movilización de mujeres en varios países estaba en aumento, manifestándose en acciones como las huelgas y protestas de 15,000 trabajadoras en Nueva York en 1908. En este clima de activismo, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas se llevó a cabo en 1910 en Copenhague, donde Clara Zetkin, líder del Partido Socialdemócrata Alemán y destacada feminista, sugirió establecer una jornada anual para la mujer. Su objetivo era unificar y visibilizar las luchas por el sufragio femenino y derechos laborales.
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La propuesta de Zetkin fue unánimemente aceptada por más de 100 delegadas de 17 países, aunque inicialmente no se definió una fecha específica. La idea ganó impulso y en 1911 se celebró el primer Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo en varios países, incluyendo Alemania y Estados Unidos.
El 8 de marzo y su consolidación tras la Revolución Rusa
La fecha del 8 de marzo se estableció definitivamente en 1917, cuando las mujeres rusas, bajo el lema ‘Pan y paz’, iniciaron una huelga que fue crucial para la caída del zar Nicolás II y la Revolución de Febrero. Esta huelga, que comenzó el 23 de febrero según el calendario juliano (8 de marzo en el gregoriano), también resultó en el sufragio femenino en Rusia, marcando un hito para el movimiento socialista y su reconocimiento de esta fecha.
Reconocimiento de la ONU y expansión mundial
No obstante, el Día Internacional de la Mujer no se oficializó hasta 1975 por la ONU, en el contexto del Año Internacional de la Mujer. Desde entonces, el 8 de marzo se ha convertido en un emblema de la lucha por los derechos y la igualdad de las mujeres, perpetuando el legado de Clara Zetkin y la importancia de la acción colectiva para lograr cambios significativos.