Varios francotiradores dispararon el jueves contra agentes de policía en el corazón de Dallas, matando a cinco agentes e hiriendo a otros seis, según la policía, durante una protesta por la muerte de dos hombres negros a manos de policía en la última semana.
Tres personas estaban detenidas y un cuarto sospechoso intercambiaba disparos con los agentes en un estacionamiento del centro de la ciudad, según dijo el viernes de madrugada el jefe de policía de Dallas, David Brown.
El sospechoso no está cooperando y ha dicho a los negociadores que pretende hacer daño a más agentes de la ley, indicó el jefe.
Los disparos comenzaron en torno a las 8:45 de la tarde del jueves, cuando cientos de personas se manifestaban por las muertes en tiroteos policiales esta semana en Baton Rouge, Louisiana, y un suburbio de St. Paul, Minnesota. Brown dijo a la prensa que los francotiradores dispararon “al estilo de una emboscada” sobre los agentes. Un miembro del público resultó herido en los disparos, según dijo el alcalde, Mike Rawlings.
El jueves por la noche también se celebraron protestas en otras ciudades de todo el país, después de que un policía de Minnesota matara a tiros a Philando Castile cuando estaba en un automóvil con una mujer y una niña. Los instantes posteriores al tiroteo se retransmitieron en vivo a través de un difundido video en Facebook. El día anterior, Alton Sterling murió tiroteado tras ser placado sobre el suelo por dos agentes blancos de policía. Ese incidente también quedó grabado en video.
Imágenes de video de la escena de la balacera del jueves en Dallas mostraban a los manifestantes marchando por una calle en el centro de la ciudad, a media milla del ayuntamiento, cuando se oyeron los disparos y la multitud se dispersó buscando protección.
Parece que los agresores “planeaban herir y matar a tantos agentes como pudieran”, dijo Brown.
La búsqueda de los tiradores se extendió por el centro, una zona de hoteles, restaurantes, empresas y algunos apartamentos residenciales. La escena era caótica, con helicópteros sobrevolando la zona y agentes con rifles automáticos en las esquinas.
“Todo el mundo empezó a correr”, dijo Devante Odom, de 21 años, al Dallas Morning News. “Perdimos el contacto con dos de nuestros amigos simplemente cuando intentábamos salir de allí”.
Una mujer fue detenida en el mismo estacionamiento donde se producía el asedio policial, dijo Brown. Otras dos personas fueron detenidas durante una parada de tráfico.
La policía no tiene aún un motivo para el ataque ni información sobre los sospechosos, indicó Brown. Los agresores habían “triangulado” la zona del centro donde marchaban los manifestantes y tenían “un cierto conocimiento sobre la ruta”, explicó el jefe. Las autoridades no han determinado si algún manifestante estaba implicado o fue cómplice del ataque, añadió.
Las autoridades no están seguras de haber localizado a todos los sospechosos, señaló Brown.
En la rueda de prensa, Rawlings dijo que probablemente las autoridades pedirán a algunas personas que se mantengan alejadas del centro de Dallas el viernes.
“Esta es una escena del crimen activa. Estamos determinando cómo de grande es esa escena”, dijo el alcalde.
Rawlings indicó que se difundiría en internet un mapa señalando las zonas a evitar el viernes.
La división del FBI en Dallas proporciona “toda la asistencia posible”, indicó su portavoz Allison Mahan.
Carlos Harris, que vive en el centro, dijo al periódico que los tiradores “eran estratégicos. Era bang, bang, pausa. Bang, bang, pausa”.
Cuatro de los agentes fallecidos pertenecían a la policía local de Dallas. El cuarto formaba parte del Dallas Area Rapid Transit. La agencia emitió un comunicado identificándolo como Brent Thompson, de 43 años, el primer agente muerto en acto de servicio desde que la agencia de transportes formó un cuerpo policial en 1989.
Por otro lado, Theresa Williams dijo a Associated Press que la civil herida era su hermana, Shetamia Taylor, de 37 años.
Williams dijo que su hermana había acudido a la protesta del jueves por la noche con sus cuatro hijos, de entre 12 y 17 años.
Al comenzar el tiroteo, Taylor se lanzó sobre sus hijos para protegerlos con su cuerpo. El viernes de madrugada estaba siendo operada por un disparo en la pantorrilla derecha.