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Ciudad de México.-La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció a la práctica de la charrería mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La charrería es el conjunto de destrezas ecuestres propias de jinetes conocidos como charros y se desarrolla por lo general, en un ruedo, similar al de las corridas de toros, denominado lienzo charro.

También se le conoce como deporte nacional, ya que su práctica es parte de la cultura de México.

Su origen se remonta al siglo XVI con el auge de las haciendas ganaderas en el centro y norte de México, donde surgió como acto de convivencia entre los integrantes de las diferentes fincas.

Esta práctica dio origen a la escuela ecuestre mexicana, que destaca el manejo del ganado mientras se monta a caballo, así como por el uso de la silla de montar y la reata, utensilio esencial para lazar al ganado.

Fortalece la inclusión de la mujer, con las llamadas escaramuzas, quienes son las responsables de impregnar con un toque femenino las charreadas, portando vistosos vestuarios de “adelitas” y ejecutando sus espectaculares destrezas, generalmente en grupos de ocho.