foto: Raúl Tinoco

El Centro de Reinserción Social de la Piedad, es uno de los once que se encuentran en Michoacán, cuenta con 310 internos hombres y 22 mujeres, sin embargo tiene capacidad para un aproximado de 700 reos, para cuidar a los 332 internos que son en total hay 98 custodios, todos ellos acreditados ya por el nuevo sistema de justicia penal.

foto: Raúl Tinoco
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La vida de los internos consta de deportes, trabajo y educación, las principales actividades de este CERESO, que a decir del Ombudsman michoacano es uno de los mejores evaluados del estado con un premio de 9, son la costura de balones y la carpintería en los hombres, mientras que para las mujeres es la costura así como hacer collares y pulseras.

foto: Raúl Tinoco
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Arte puro es lo que hacen al interior de este Centro de Readaptación, Marcos para fotos, carritos de madera, barcos de madera y figuras de princesas y príncipes de Disney, así como religiosas sobresalen en la carpintería, objetos desde 15 pesos hasta 250, los ingresos que obtienen los internos los utilizan para comprarse cosas al interior de este penal, pero muchos otros de ahí es de donde mantienen a sus familias.

Otra de las actividades que más caracteriza a este CERESO son los balones, en donde hay una producción de más de mil por semana y que son distribuidos por empresas nacionales como “Marval”, “Voit” y “Concord”, es de destacar que la gran mayoría de los internos sabe fabricar estos balones y es completamente a mano, sin el uso de ninguna máquina, la materia prima es enviada por las empresas y la mano de obra es única y exclusiva de los internos.

A decir de Arturo, uno de los internos que se encargan de fabricar balones, tardan cerca de una hora y media en hacer un producto y ganan entre 800 y 900 pesos semanales, dinero que dijo, lo utiliza para la educación de su hija y la manutención de su familia.

foto: Raúl Tinoco
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Arturo, manifestó que espera salir en el mes de marzo para estar con su hijo, con su familia y señaló que de no encontrar trabajo seguirá haciendo balones, “es algo que ya se, lo aprendí aquí con la práctica y estoy listo para salir a la sociedad de nueva cuenta, he cambiado y ahora tengo alguien por quien vivir, mi familia, mi esposa y mis hijos”.

Carteras y cinturones piteados es otra de las cosas que aquí los internos realizan, con costos desde los 3 mil y los 10 mil pesos, actividades, arte y trabajo, así es cómo viven los internos en la Piedad.

El deporte y la actividad física también sobresale al interior del penal, cuentan con su cancha de fútbol, de basquetbol y su gimnasio, ahí los internos se relajan, se divierten y sienten un poco de lo que es la vida afuera, de lo que es volver a vivir.

Así es el penal de la Piedad, un lugar donde el principal objetivo es volver a creer en la vida, dejar el pasado y que haya una verdadera Reinserción Social para los 332 internos que aún hay en este CERESO.


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