Foto: Raúl Tinoco

Fue en agosto de 2015 cuando diversos colectivos de arte urbano decidieron conformar el Centro de Experimentación Plástica y Artística (CEPA) al interior de la “Vieja Central”, un recinto que de ser un foco delincuencial, pasó a convertirse en un espacio propicio para desarrollar diversos talleres culturales.

Jorge Navarro, fundador e integrante del CEPA compartió en entrevista cómo diversos colectivos culturales se apropiaron ilegalmente de un espacio que, hasta hace algunos meses, parecía estar en el olvido de las autoridades municipales.

“Nosotros llegamos hace un año y medio aproximadamente, y cuando decidimos ocupar el lugar lo encontramos en ruinas; el escombro bloqueaba los pasillos, y no faltaba que nos encontráramos con bolsas con pegamento o jeringas; literalmente rescatamos el lugar”.

Foto: Raúl Tinoco
Foto: Raúl Tinoco

Con la “Central Vieja” resguardada por elementos de la Policía Michoacán como fondo, el entrevistado detalló que cuando el Centro de Experimentación Plástica y Artística se formó, no eran más de 50 jóvenes quienes lo integraban; sin embargo, la extravagancia urbana que caracterizaba al recinto, provocó que poco a poco esta organización creciera de manera exponencial.

“El impacto del CEPA fue tal, que al poco tiempo quienes veían en la central vieja un lugar para consumir drogas o simplemente vivir, comenzaron a participar en diferentes talleres, actividades que realmente les servían para superarse personalmente”, dijo ante una improvisada grabadora de celular.

La idea de los colectivos partícipes no fue nunca la de lucrar con el espacio, según comentó Jorge, quien subrayó que el CEPA nunca llegó a establecer cuotas o cobros que pudieran servir para el sostenimiento de la organización.

“Realmente nunca pensamos en lucrar con esta idea, que más que idea se convirtió en un proyecto, porque con el paso de los días más y más jóvenes mostraron interés en formar parte de los colectivos que conforman al CEPA”.

La idea que se convirtió en un proyecto denominado “Ciudad de las Artes”, consiguió que al menos 400 artistas se conjuntaran en la parte alta de la “Vieja Central”, para poco a poco hacer de dicho recinto un espacio lleno de pintorescos murales, mismos que eran expuestos en diferentes eventos organizados por el Centro de Experimentación Plástica y Artística.

El crecimiento del CEPA parecía no tener importancia para las autoridades municipales, pues incluso la prensa local llegó cuestionar sobre el tema, ante lo que los funcionarios abordados se deslindaban argumentando que a la brevedad se trataría el asunto.


Procede Ayuntamiento a desalojo

Hoy, a un año y cuatro meses de que el CEPA se apropiara de la “Antigua Central”, el Ayuntamiento decidió desalojar el recinto bajo el argumento de que la ocupación artística era ilegal, pero también justificando que ahí se edificará un nuevo Centro de Atención a Víctimas.

Con algunas notificaciones verbales de por medio, apenas este lunes el Gobierno Independiente procedió a desalojar el recinto, mediante un operativo que estuvo coordinado por el secretario del Ayuntamiento, Jesús Ávalos Plata.

“El Ayuntamiento accionó ante una ocupación ilegal”, aseveró Ávalos Plata, quien precisó que el desalojo -así reconocido por él- se desarrolló luego de que previamente se sostuvieran mesas de trabajo con el CEPA, para hacerle saber a sus integrantes que el Municipio ofrecería otros espacios que respondieran a sus intereses y necesidades.

“Fue un trabajo coordinado en el tema de una mesa de diálogo de comunicación, privilegiando esa parte para lograr la recuperación de este lugar; venía siendo utilizado por un grupo de artistas urbanos, conscientes de que su estancia era ilegal, decidieron respaldar la propuesta del municipio para el desalojo
mantenemos el diálogo, una mesa de trabajo permanente”, declaró el funcionario al encabezar un recorrido por la “Vieja Central”, una vez que dicho recinto fuera desalojado.

Ávalos Plata consideró que fue una recuperación exitosa, en donde si bien no existieron agresiones físicas de por medio, integrantes del CEPA dijeron sentirse intimidados ante el cuantioso operativo que respondió a la orden de desalojo.

Sin titubeos externó ante la prensa que el CEPA será respaldado por el Ayuntamiento ya sea con el ofrecimiento de un espacio en el Instituto de la Juventud Moreliana, o incluso subsidiando la renta de otro inmueble que pueda albergar a los cerca de 400 jóvenes que veían en la “Antigua Central” un espacio artístico.

Ante dicha propuesta, los dirigentes del CEPA ya han comenzado a analizar en dónde podrían dar continuidad a sus actividades, para lo cual se han considerado algunos inmuebles ubicados en el Centro Histórico.

Las rentas, según integrantes del CEPA, irían desde los 15 mil pesos hasta los 65 mil pesos, de manera que el costo para el Ayuntamiento sería alto, en caso de que se cumpliera con lo comprometido y realmente el Municipio respondiera a los acuerdos ya pactados.

Con todo y estos acuerdos, a partir de este martes la cara de la “Vieja Central” será otra, pues los murales y pintorescas imágenes que se ubican en su interior se cubrirán con escudos de la Policía Municipal, tomando en cuenta que parte de este espacio servirá para albergar el tercer Centro de Atención Víctimas que tendrá la ciudad.

En tanto, el Centro de Experimentación Plástica y Artística demanda un recinto de por lo menos mil 500 metros cuadrados de superficie, pues a juicio de sus integrantes, con dicha magnitud de espacio se podrían cubrir las necesidades de quienes ahí participan.