Morelia, Michoacán.- Cientos de personas abarrotan la Catedral de Morelia, muchos solamente por curiosidad, otros para iniciar o bien, concluir con el ritual de la Visita a los Siete Templos y el resto, están ahí para escuchar la última Misa que se celebrará antes de la pasión y muerte de Jesús.
Es el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, quien celebra la Eucaristía de este Jueves Santo, en la que al final, se “reserva el Santísimo” hasta la Misa de Vigilia Pascual o Misa de Resurrección.
Quienes asistieron a la celebración se disponen para escuchar las Escrituras que en su primera y segunda lecturas recuerdan el compromiso que los sacerdotes hicieron cuando consagraron su vida a Dios y el respeto que deben guardar para con su entrega a la vida célibe y religiosa.
En el Evangelio, el arzobispo Carlos Garfias, rememoró el lavatorio de pies que es un significado de la humildad que Jesús demostraba a sus iguales y el ejemplo que les pidió replicaran. En la lectura y el mensaje del sacerdote se da a saber que Cristo ya sabía que esa noche Judas Iscariote lo iba a traicionar.
Al concluir la Eucaristía, el perfume del incienso se desprendió por todo el recinto y el arzobispo se dispuso para reserva al Santísimo, es decir, quedará oculto hasta el momento en el que se celebre la Misa de Vigilia Pascual, como señal de que se aproximan los oficios que recuerdan la pasión muerte y resurrección de Jesús.
En este Jueves Santo, también se representa la Última Cena cuando Jesús comparte el pan y el vino con sus 12 discípulos e instala la Eucaristía, la Ultima Cena se recuerda en la Misa durante la Consagración, cuando el sacerdote levanta la hostia y el cáliz con vino para que sean convertidos en el Cuerpo y Sangre de Cristo.