Morelia, Michoacán.- El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, cedió ante el rechazo de algunos alcaldes de signar el Mando Único, y pidió olvidarse de éste y mantener la coordinación Estado-Municipio en el combate a la inseguridad que prevalece en Michoacán.
En entrevista, el mandatario estatal expresó, “yo les he propuesto a los presidentes que nos olvidemos del nombre de Mando Único y hablemos de coordinación Estado-Municipio, y garantizar la seguridad de los habitantes y todos estuvieron de acuerdo con esto”.
Aureoles Conejo admitió que dos elementos fundamentales del Mando Único era que el Ejecutivo estatal administrara los recursos de programas como Fortamun y el Fortaseg, además de la designación de mandos policiales en los ayuntamientos. Sin embargo, aclaró que estas disposiciones no se concretaron, durante los tres años que lleva su administración y que se implementó esta estrategia de seguridad.
“Retomando el espíritu, contemplaba entre otras cosas, una, que los recursos públicos contemplados a través del Fortamun y el Fortaseg los administrara el gobierno estatal y la designación del mando policial y el control de la policía estuviera a cargo del gobierno del estado, y en estos tres años no ha ocurrido ni una cosa ni la otra; les hemos respetado los fondos a los gobiernos municipales y hemos buscado mecanismos para que juntos podamos designar a los mandos policíacos con una condición, que cumplan con los exámenes de Control y Confianza, y que la policía se certifique, y eso lo estamos haciendo”, dijo.
Insistió en que la seguridad de cada municipio es responsabilidad de la autoridad del ayuntamiento, pues señaló, “una de las grandes atribuciones de la Constitución es la seguridad pública de su territorio, a nosotros nos mandata en el 21 otras tareas”.
Detalló que acudieron alrededor de 110 alcaldes para discutir y resolver sus dudas respecto a las condiciones y el funcionamiento del Mando Único, y añadió que, tras la reunión, se acordó dejar de lado el mando y mantener la coordinación para enfrentar la inseguridad entre los tres órdenes de gobierno.