El cáncer de las vías biliares
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Explorando el cáncer de vías biliares, su agresividad, diagnóstico y tratamiento.

El cáncer de vías biliares, conocido también como colangiocarcinoma, es una enfermedad oncológica poco frecuente pero de alta agresividad. Se posiciona como la segunda neoplasia maligna más habitual del hígado, solo detrás del carcinoma hepatocelular, y afecta principalmente a adultos mayores de 50 años.

La detección precoz es difícil debido a que no presenta síntomas notorios en sus inicios, complicando así las intervenciones médicas y empeorando el pronóstico para quienes lo padecen.

Según explica el doctor Maen Abdelrahim, gastroenterólogo oncólogo del Hospital Houston Methodist, el colangiocarcinoma se clasifica en tres tipos: hiliar, intrahepático y extrahepático, con una distribución de incidencias del 50%, 20% y 30%, respectivamente.

La falta de síntomas tempranos lleva a que, en etapas avanzadas, los pacientes puedan sufrir de ictericia, prurito, pérdida de peso y colangitis.

Factores de Riesgo para Desarrollar Cáncer de Vías Biliares

Los factores de riesgo para desarrollar este cáncer incluyen la cirrosis, hepatitis B y C, reflujo biliar y inflamación del conducto biliar, así como la diabetes.

“Esta es una condición de salud donde a veces el diagnóstico puede ser un desafío debido a que, en ocasiones, es realmente difícil hacer una biopsia, además de que los síntomas pueden ser pasados por alto fácilmente”, señala Abdelrahim.

Es crucial estar alerta a estos factores de riesgo, sobre todo en individuos mayores de 50 años.

El cáncer de las vías biliares - hígado
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Anualmente, se reportan cerca de 8 mil nuevos casos de colangiocarcinoma en Estados Unidos, destacando su rareza pero también su severidad. Aunque hay tratamientos disponibles, estos suelen ser limitados y el pronóstico varía significativamente según la etapa de detección del cáncer.

En etapas tempranas, es posible realizar una resección quirúrgica del tumor o incluso un trasplante en casos específicos como el colangiocarcinoma hiliar. Sin embargo, la mayoría se diagnostica en etapas tardías, donde los tratamientos se centran en cuidados paliativos como la quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia.

Abdelrahim también enfatiza la necesidad de concienciación sobre la importancia de un diagnóstico precoz del colangiocarcinoma para mejorar las tasas de supervivencia.

Motivar a la población a reconocer los síntomas y buscar atención médica temprana puede hacer una gran diferencia en el manejo y resultado de esta enfermedad.