El legislador destacó la “intención” del gobierno federal, de cambiar o eliminar políticas públicas anteriores a su mandato
Morelia, Michoacán.- “Es muy lamentable para la economía de nuestro país, y en consecuencia, para la calidad de vida de los mexicanos, que esta iniciativa de progreso y desarrollo que viene desde junio de 2016, no haya sido considerada ni valorada por el nuevo gobierno federal”.
Apuntó el diputado priísta, Eduardo Orihuela Estefan, respecto a la cancelación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), tal como se decretaron en el sexenio del expresidente, Enrique Peña Nieto.
El legislador, insistió en que todavía es difícil medir el impacto inmediato derivado de la cancelación de este proyecto y de las inversiones comprometidas, ya que cada una presenta diversos avances, pero enfatizó “de cancelarse (la ZEE) las inversiones no llegarán a concretarse”.
Y ante la situación Orihuela Estefan precisó:
“En su lugar, según lo ha comunicado la Vocería del Gobierno de la República, se darán supuestos proyectos de desarrollo en la región sureste del país, por ejemplo:
El Tren Maya, un “megaproyecto” sin pies ni cabeza, porque no existen estudios adecuados de impacto ambiental ni investigaciones de viabilidad mercadológica, y es que antes de ser un gran proyecto de obra pública, es un capricho que corre el riesgo, según los expertos, de convertirse, en no más de seis años, en un “elefante blanco” abandonado.
La refinería de Dos Bocas, un proyecto que aunque insisten que costará la de por sí onerosa cantidad de 7 mil millones de dólares, lo más probable es que se duplique esa estimación, además del escándalo de sobornos y lo que han comentado los propios técnicos, que no será rentable, que no estará lista en este sexenio, que el terreno es el peor y que nadie quiere financiarla.
Y, finalmente, el Corredor Transístmico, del que, por cierto, no hay suficiente información sobre cómo se aprovechará y que la población que vive ahí, mayoritariamente indígena, no sabe en qué va a consistir; además de que aseguran que atenta contra la autonomía y la libre determinación de sus comunidades, pues antes que un tren, que no es prioridad, carecen de servicios médicos y educativos, de programas sociales, de agua potable, de apoyos para el campo y la comercialización de sus productos”.
El diputado hizo tal posicionamiento en el pleno de la LXXIV Legislatura, en donde destacó que el gobierno federal se ha destacado por la constante intención de “cambiar o eliminar” todas las políticas públicas, programas o proyectos previos al 1° de diciembre; “por ningún motivo entra en sus planes la idea de mejorar o realizar los ajustes que sean pertinentes a lo ya establecido”.