Las tecnologías de la información y la comunicación, como las redes digitales -conocidas popularmente como “redes sociales”-, hoy son muy necesarias como palancas de desarrollo personal, comercial o político.
En realidad, esto ya no se puede negar.
Un marca personal, comercial o una marca política, debe estar en las redes sociales y obtener provecho de las TIC. Aunque de lo que se trata, no es de estar por estar, o estar en todas las redes sociales. De hecho, la comunicación y el neuromarketing a través de las redes sociales, debe hacerse pensando estratégicamente para obtener el mejor resultado de lo que pretenda la marca como objetivo a corto, mediano o largo plazo.
Todo inicia, con dos cosas:
- Conocer las características de cada red social.
- Conocer el perfil de la audiencia que desea impactar la marca.
No hay duda. Las redes sociales potencian la comunicación y el engagement de las marcas, así como la comunicación de las personas. Pero también es cierto que las redes sociales nunca podrán suplir las ausencias humanas. El problema, es que aquí es en donde las marcas y las personas suelen cometer errores que les cuestan muy caro Enrique Echeburúa (2018) asegura que, conectarse, no es igual a comunicarse, y las redes sociales también tienen una dimensión negativa que es necesario conocer, abordar y saberla gestionar. Patricia Ramírez (2014), señala dos rasgos negativos de las redes sociales, por ejemplo:
- Adicción: Su atractivo y rapidez pueden provocar adicción.
- Intimidación y acoso: La misma falta de valentía y estar oculto detrás de un personaje puede llevar a personas agresivas, rencorosas y con malos sentimientos a arremeter contra alguien, acosarle y hacerle daño.
Claro está, existen formas de comunicarse a través de las redes sociales. Independientemente del para qué se utilicen, la comunicación escrita que se desarrolle debe estar pensada inteligentemente; por ejemplo, nunca se debe responder de manera inmediata a un comentario que hace sentir mal. Deben tomarse unos segundos, respirar profusamente, inclusive, lo mejor es dejar pasar algunos minutos razonables para responder.
El dar una respuesta inmediata, puede ocasionar que lo escrito sea ofensivo o se escriba fuera de contexto, provocando un daño aún más grande.
Se debe recordar que la emoción de ira, produce ceguera y suelen expresarse sentimientos sin ningún tipo de filtro.
Esto tiene que ver con el tipo de comunicación en redes sociales, ¿pero qué decir de la ética en el uso de éstas?
Hoy en día y dada la fuerza que tienen para construir escenarios y modificar realidades, se vuelve necesario que la ética se observe en su uso.
Luis Yáñez (2018), expresa con claridad cuáles son las áreas en donde con frecuencia impactan de manera negativa las redes sociales; a saber:
a) El respeto a la intimidad familiar y personal;
b) Derecho al honor y la buena imagen;
c) Derecho a la libertad de expresión;
d) A la propiedad intelectual, entre otros.
Por lo tanto, el uso responsable de las redes sociales, no solo afianza la comunicación entre marcas, clientes o clientes potenciales, sino que además construye puentes necesarios para conocer a las personas que podrían elegir la marca una o más veces.
Las redes sociales en la era de la comunicación, tienen un peso específico, por ello, deben ser valoradas todo el tiempo. Lo mismo en el plano personal o comercial, las redes sociales significan esos escenarios virtuales desde donde se generan relaciones, se envían mensajes al mundo y se incentivan cambios sociales.
En el plano de la política, las redes sociales pesan también; de aquí la importancia y el cuidado que se les debe procurar. Las noticias falsas (fake news) son una realidad que llegó para darle un nuevo significado a este tipo de TIC. El desarrollo, trae aparejado al mismo tiempo cosas positivas y destructivas y las redes sociales ahora influyen como herramientas políticas y culturales.
Lo que en su momento se presentó con la televisión, la radio y la prensa escrita, hoy se puede lograr con redes sociales como Facebook o Twitter. Hace algunas décadas, los medios de comunicación tradicionales persuadían de una u otra manera, pero ahora las redes sociales mencionadas impactan más rápido y a más personas. Si el mensaje es el adecuado, para la audiencia precisa y en el momento oportuno, puede persuadir.
En la política y los movimientos sociales que resultan “temas tendencia”, las redes sociales tienen una fuerza inusitada. Manjoo (2016), lo expresa de manera contundente: (las redes sociales), han deshecho las ventajas políticas tradicionales como la recolección de fondos y el acceso a la publicidad. Están desestabilizando y remplazando instituciones de la vieja escuela, así como formas establecidas de hacer las cosas, incluyendo a los partidos políticos, las organizaciones transnacionales y las prohibiciones sociales implícitas contra las expresiones flagrantes de racismo y xenofobia.
Por último, una premisa importante: las redes sociales, por sí mismas, no venderán el producto, la idea política o el servicio. La estrategia de comunicación y neuromarketing debe ser integral y las redes sociales solo serán una herramienta de comunicación.
No solo es utilizar redes sociales y conocer sobre sus métricas. Usar redes sociales, pero no saber de comunicación, les llevará al mismo lugar de donde partieron. Saber comunicar, pero no utilizar las redes sociales, les llevará a algún sitio, pero menos rápido y menos lejos.
Esta es la cuarta revolución industrial o la industria 4.0.
La integración hombre-maquina que ve Juan Miguel Villar (2017), será la responsable de una transformación añadida.
Y en esta nueva transformación saber comunicar, hacerlo con ética y utilizar las redes sociales, llevará el mensaje a la audiencia indicada, en el momento oportuno y con el resultado deseado: persuadir.
Conclusión.
Las redes sociales son una realidad mundial que puede utilizarse para potenciar la comunicación de una marca o una persona. Hacerlo con estrategia, puede significar lograr la persuasión de clientes o clientes potenciales.
Sin embargo, será necesario, además de usar las redes sociales para este objetivo, saber comunicar.
Redes sociales sin comunicación efectiva, es igual a llegar a ningún lado. Por el contrario; la suma de comunicación efectiva, más TIC, como redes sociales, puede significar un desarrollo personal, político o empresarial.
Referencias.
- Echeburúa, E. (2018). Comunicación en las redes sociales: tan cerca y tan lejos. El País. España. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2018/03/19/actualidad/1521469603_477136.html
- Manjoo, F. (2016). El poder de las redes sociales para sacudir al mundo. The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2016/11/24/espanol/el-poder-de-las-redes-sociales-para-sacudir-al-mundo.html
- Ramírez, P. (2014). Comunicación y redes sociales. El País. España. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2014/12/19/eps/1419013223_225275.html
- Villamar, M. J.M. (2017), La nueva digital. Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Madrid: España.
- Yáñez, L. (2018). La ética en las redes sociales. Universidad cooperativa de Colombia. Colombia. Recuperado de https://www.ucc.edu.co/noticias/conocimiento/ciencias-sociales-derecho-y-ciencias-politicas/la-etica-en-las-redes-sociales
* El autor estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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