La caída de la inversión fija bruta en México de acuerdo al INEGi, ha contribuido a la depreciación del peso mexicano
En noviembre de 2024, México experimentó una ligera caída del 0.3% en la inversión fija bruta interanual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este indicador, que abarca el gasto en construcción y en maquinaria y equipo, es fundamental para medir la actividad económica del país y es analizado cuidadosamente por expertos e inversionistas por su influencia en el crecimiento económico y en la estabilidad del peso mexicano en los mercados financieros.
Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, comentó señaló:
“el peso mexicano se mantiene en una posición delicada, lidiando con una serie de factores tanto internos como externos que ejercen presión sobre su valor”.
A pesar de la debilidad general del dólar estadounidense en la jornada de mitad de semana, la moneda local enfrentó presiones a la baja, reflejando la complejidad de la situación económica de México.
El escenario internacional también es relevante para el peso. Aunque la suspensión temporal de aranceles del 25% a productos mexicanos por parte de Estados Unidos ha proporcionado algo de alivio, continúa la amenaza de políticas proteccionistas adicionales.
Estas tensiones comerciales han aumentado la incertidumbre en los mercados y han restringido las posibilidades de recuperación de la moneda, en un contexto de nerviosismo por parte de inversionistas y empresas.
Te puede interesar: Banamex prevé caída de 2.2% de economía mexicana por posibles aranceles
Desde el punto de vista doméstico, los indicadores económicos muestran resultados variados. La inversión fija bruta tuvo una contracción del 0.3% interanual, indicando una desaceleración más leve comparada con meses anteriores. No obstante, esta reducción subraya la continua debilidad en el sector de la construcción, un pilar esencial de la economía nacional.
Por otro lado, el gasto en maquinaria y equipo sigue mostrando un crecimiento robusto, lo que señala que ciertos sectores aún mantienen su dinamismo.
Otro factor clave de la demanda interna, el consumo privado, registró un aumento del 0.7% anual. Sin embargo, un análisis más profundo revela un incremento en la compra de bienes importados, lo cual podría añadir presiones a la balanza comercial.
Este aspecto es especialmente relevante ante la incertidumbre en las relaciones comerciales con Estados Unidos, donde las exportaciones mexicanas continúan enfrentando riesgos.
Los mercados financieros están ahora enfocados en la próxima reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico).
Se anticipa una reducción en la tasa de interés, pero la magnitud de este ajuste será fundamental para determinar su efecto sobre el peso mexicano. Una reducción agresiva de 50 puntos base podría intensificar las presiones sobre la moneda y comprometer su estabilidad a corto plazo.