Las detenciones de migrantes en la frontera de EE. UU. cayeron un 94% en febrero, según CBP, marcando un récord en la historia reciente.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) informó que en febrero pasado detuvo a 8,347 migrantes indocumentados cruzando la frontera suroeste por diversos puntos de entrada. Esto representa una caída del 94% en comparación con el año anterior y una disminución del 71% respecto al mes anterior.
“Las detenciones a nivel nacional de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP) promediaron aproximadamente 330 al día en febrero, el primer mes completo desde que el presidente (Donald Trump) emitió nuevas órdenes ejecutivas para asegurar la frontera. Este es el promedio nacional de detenciones más bajo en la historia”, aseguró CBP en un comunicado.
Recientemente, el presidente Donald Trump anunció una drástica reducción de cruces fronterizos durante febrero, el primer mes completo de su mandato, declarando terminada la “invasión”, término que utiliza para referirse a la llegada de migrantes.
“El presidente Trump y la secretaria (Kristi) Noem han enviado un mensaje claro: si cruza la frontera ilegalmente, será deportado sin posibilidad de volver a intentarlo al día siguiente o en pocas horas. Como resultado, los encuentros de la CBP con migrantes indocumentados han disminuido drásticamente”, afirmaron desde CBP.
Las autoridades migratorias estadounidenses ya habían reportado una reducción del 85% en los cruces en la frontera sur con México durante los primeros 11 días del segundo gobierno de Trump, que asumió el pasado 20 de enero, en comparación con el mismo periodo de 2024.
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Además, entre mediados de enero y finales de febrero, la CBP participó en operativos estratégicos de control en California, Arizona y el noroeste del Pacífico, incautando “más de 4,800 kilos de drogas”, principalmente cocaína y fentanilo, y en menor medida heroína, marihuana, anfetamina, ketamina y éxtasis.
Se estima que más de 11 millones de personas residen en Estados Unidos sin un estatus legal, muchas de las cuales llevan décadas en el país y forman una parte significativa de la fuerza laboral. Entre otras medidas, el gobierno republicano ha militarizado la frontera, ordenado redadas y revocado beneficios migratorios para varias nacionalidades.