Cambios y tensiones en la dirigencia estatal Morena de Michoacán
Con gallo definido
El oficialismo guinda ha definido ya su gallo para dirigir los destinos partidistas en el estado, por lo que se prevé que el 24 de noviembre Jesús Antonio Mora González suceda a Juan Pablo Celis Silva en el cargo que ocupa desde agosto de 2022.
El arribo a la dirigencia guinda de quien hasta el momento es director del Instituto del Transporte del Estado, se prevé transite sin mayor dificultad por contar el grupo que lo apoya con fuerza de sobra en el Consejo Estatal para formalizar la decisión ya tomada.
No obstante se prevé que la polémica sea intensa más allá del máximo órgano de decisión estatal morenista. Por lo pronto este lunes el denominado “Bloque en Defensa de los Valores de la 4T”, que encabeza Raúl Morón, Leonel Godoy y las disidencias del bedollismo ha convocado a rueda de prensa, en la que previsiblemente se estará fijando su postura en torno a la renovación de la dirigencia estatal.
Dicho bloque venía exigiendo la separación de Juan Pablo Celis de la dirigencia luego de que asumió en septiembre pasado el cargo de diputado local, debido a que los estatutos de su partido le impiden ocupar ambos cargos.
Del bloque conocido como el de “los moronistas”, se manejan dos nombres para la dirigencia estatal: Fidel Calderón Torreblanca y Manuel López Meléndez, aunque en el caso de éste último para serlo tendría que separarse de la presidencia municipal de Panindícuaro ya que el artículo octavo de los estatutos de su partido impiden que en los órganos de dirección ejecutiva de Morena participen autoridades, funcionarios o integrantes de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los municipios, estados y de la federación.
Debido a ese precepto, Jesús Mora para ser dirigente guinda deberá dejar su cargo en la administración pública estatal.
El arribo de Mora a la dirigencia estatal fortalece a la fuerza que encabeza el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, ya que ambos han venido caminando juntos desde que eran militantes perredistas, y ahora con el bedollismo tejieron alianza para transitar.
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Allanar el camino
La definición del próximo dirigente estatal es un episodio más de la guerra intestina entre los morenistas en Michoacán, quienes gustan de darse hasta con la cazuela para posicionarse unos sobre los otros.
Y en ese tenor, aunque sean muchas las versiones de que el oficialismo guinda de Michoacán no es querido en lo nacional, lo cierto es que los astros parecen alineársele para colocar las fichas de manera favorable a su juego. Todo indica que será una iniciativa de la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo la que vendrá a apuntalar su ruta.
De aprobarse en el Senado de la República –y luego en la Cámara de Diputados Federal- la reforma al artículo 41 de la Constitución General de la República, sobre la alternancia de género en la presidencia, las gubernaturas y las alcaldías, los dos perfiles que el oficialismo estatal de Morena ha ubicado como sus grandes adversarios quedarían descartados para contender por la gubernatura en el 2027: Raúl Morón Orozco y Alfonso Martínez Alcázar, pues correspondería una mujer para ocupar la titularidad del Ejecutivo estatal.
Por lo pronto el dictamen de esa reforma ya ha sido aprobado por las comisiones unidas del Senado y deberá turnarse al Pleno para que, una vez que ahí se le dé luz verde, se envié a la Cámara Baja para que siga el proceso legislativo correspondiente.
En la mira pensiones nicolaitas
En el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana existe preocupación frente al anuncio realizado por el gobernador para reformar el sistema de pensiones y jubilaciones en la máxima casa de estudios, esto durante el CVII Aniversario de la fundación de la UMSNH.
La noticia tomó por sorpresa a los sindicalizados pues no habían sido informados al respecto, por lo que el SUEUM le requirió a la rectora Yarabi Ávila una explicación.
La preocupación sindical es mayúscula, pues los trabajadores se sienten aislados del proceso de renovación normativa nicolaita que está en marcha, sin que hayan logrado dialogar aún con el secretario de Gobierno quien les prometió desde mayo una reunión que todavía no se ha concretado.
La presión en los pasillos de la Máxima Casa de estudios crece, y a ésta se viene a sumar la inconformidad de los adeudos a trabajadores del SUEUM que se arrastran desde el rectorado de Raúl Cárdenas y que han venido incrementando con la actual administración.
La tensión ha generado una bomba de tiempo nicolaita que, en cualquier momento, podría estallar.