La ola de violencia electoral en Michoacán marca un proceso lleno de incertidumbre y temor.
Lo duro y tupido
En el tema de seguridad, durante estas elecciones ya no se siente lo duro sino lo tupido en México. En medio año que lleva de iniciado el proceso electoral en nuestro país, suman más de una veintena de homicidios de alcaldes, candidatos, regidores y políticos, de ellos, 13 aspiraban contender en junio próximo.
Michoacán ocupa un lugar protagónico con el asesinato de tres precandidatos en Maravatío, sobre los cuales, sólo en el caso de Miguel Ángel Reyes Zavala la Fiscalía General del Estado dijo haber detectado al responsable y emitió una cédula de búsqueda.
Al señalar al responsable de uno sólo de los homicidios, la Fiscalía manda el mensaje de que los casos fueron aislados, sin relación, y sobra quien pregunte ¿la condición de precandidatos de las tres víctimas no tenía nada que ver?
Pero hay quien ni pregunta, ni habla del asunto. El que Claudia Sheinbaum decidiera arrancar sus actividades proselitistas para Michoacán en Maravatío, supuso esperar algún mensaje, posicionamiento, alusión o ¡algo! sobre los precandidatos asesinados días antes… pero la morenista no dijo ni “mu” aunque dos de ellos fueron sus compañeros de partido.
Quienes seguramente sí volverán a abordar el tema son aquellos que integran la Mesa de Gobernabilidad, la cual, habrá de reunirse mañana en Casa Michoacán.
Partidos políticos batearon el protocolo que les presentó la Secretaría de Gobierno del Estado, ya que estaba más enfocado a callar a los candidatos y a los propios institutos políticos sobre las amenazas de las que son objeto, que en establecer medidas preventivas para evitar que los maten o atenten contra ellos.
En la reunión de la Mesa se espera que Gobierno del Estado presente una nueva propuesta de protocolo, para entonces sí, poderlo suscribir.
Querencias de “opositor”
En Michoacán, entre quienes contienden por una curul en el Senado de la República, existe el “querido” de autoridades en turno, el cual, no cohabita con ellas la casa guinda, pero si compartiría recurso y suministro para poder salir adelante en su agenda política.
Y no se piense que dichas aspiraciones son sólo llegar a la Cámara Alta del Congreso de la Unión, la idea fundamental, sería lograr los votos necesarios para mantener a flote otros añitos más la casa fosfo fosfo en Michoacán.
El despecho ha derivado bajo el techo guinda, violencia familiar y guerra sucia entre parientes políticos, que se prevé se intensifique conforme el proceso electoral vaya avanzando.
Les va a salir caro
A los candidatos de Morena que estuvieron arriba del templete durante el evento de Claudia Sheinbaum en el Estadio Morelos, no les avisaron que el INE también les contabilizará como propios los gastos que se realizaron para la organización de éste.
Algunos ya empiezan a tronarse los dedos, pues tan sólo en la impresión de los boletos que se repartieron el gasto habría sumado medio millón de pesos.