Con el Jesús en la boca
Los diputados locales andan con el “Jesús en la boca”, buscando aclarar los pendientes que tienen ante la Auditoría Superior de la Federación debido a las observaciones que les ha realizado por el manejo financiero del 2022.
El escándalo suscitado por la adquisición irregular de un software para llevar la contabilidad del Congreso, sería menor en caso de no desvanecer las observaciones que se tienen ante el órgano fiscalizador.
La realidad es que las percepciones que los diputados tienen fuera de su dieta –más de 400 mil pesos por cabeza al mes-, resultan tan escandalosas que la Secretaría de Finanzas del Congreso debe hacer malabares en las cuentas para poderlas justificar. Eso sin contar los negocios particulares de algunos de ellos.
En 2022, Fidel Calderón Torreblanca presidió la Junta de Coordinación Política hasta septiembre, cuando se volvió insostenible su permanencia como coordinador parlamentario de Morena y fue relevado por Anabet Franco Carrizales.
La disputa por las irregularidades en el manejo financiero de la Cámara, derivaron en una denuncia promovida por Juan Carlos Barragán por el caso del referido software, la que llevaba dedicatoria para Fidel Calderón. Los tiempos electorales cambiaron los ánimos, y hoy ambos aparecen en fotografías sonrientes.
Las versiones fuera de grabación de algunos diputados, refieren que la situación es tan grave que los cinco millones de pesos autorizados por la Junta de Coordinación Política en octubre pasado para atender este asunto, más que para la contratación de un despacho externo que dé acompañamiento al tema, es para pagar mordidas a funcionarios de la ASF que ayuden a limpiar el cochinero.
El problema es que de turnar la Auditoría al área jurídica las observaciones sin aclarar, legisladores podrían ver trunco su futuro político a mediano plazo, al ser inhabilitados.
En el próximo informe de la Auditoría Superior de la Federación, se conocerá el alcance de los “estímulos” previstos por el Congreso local.
La mancha voraz
Para militantes panistas el caso de su correligionario José Manuel Hinojosa, cada vez se asemeja más a aquella película de terror ochentera denominada “La mancha voraz”.
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Y es que a decir de los panistas, el apetito de Hinojosa es tan feroz por acomodar a su parentela en las candidaturas disponibles para la próxima elección, que con trabajos habrá espacios para el resto.