Rudos contra rudos
Al dirigente estatal del PRD, Octavio Ocampo Córdova le falló el tino con aquello de “Mucho ojo, cuéntaselo a quien más confianza le tengas”. El perredista pensó que su líder nacional, Jesús Zambrano Grijalva era esa persona de fiar, pero le falló.
Ocampo solicitó una reunión con Zambrano en la Ciudad de México y en ella, el ala perredista michoacana que encabeza el Fiscal General del Estado, Adrián López Solís, fue a llorar sus penas por lo que consideran un inminente agandalle del ala silvanista por las candidaturas.
Como su pecho no es bodega, Octavio y sus compañeros mostraron su corazón herido a Zambrano sin medir que, su dirigente nacional profesa un mayor amor al exgobernador michoacano.
Sin importarle ser señalado de “corre ve y dile”, Zambrano aprovechó su visita a tierras michoacanas durante la gira realizada por Xóchitl Gálvez el fin de semana, y puso al tanto a Silvano Aureoles de todo aquello que le fue confiado por Ocampo y sus compañeros en la Ciudad de México.
La guerra está declarada, y este miércoles que sesione el XI Consejo Estatal habrán de medir fuerzas rudos contra rudos. Finalmente se enfrentarán las dos fuerzas que imperan en lo que queda de perredismo michoacano: la de Silvano Aureoles Conejo y la de Adrián López Solís.
Durante la sesión del Consejo habrá de decidirse la fecha y el método para la elección de sus candidatos.
Tomando como referencia la correlación de fuerzas que se dio en el Consejo cuando tocó definir a Octavio Ocampo como dirigente estatal, puede pesar más la de Adrián que la de Silvano. Será por la noche cuando se conozca de qué corazón amarillo corrió más sangre.
Voracidad que condena
La voracidad será la condena de priistas y panistas en Michoacán, y es que sus dirigencias están más preocupadas por sus apetitos personales que por generar posibilidades reales de reposicionar a sus respectivos partidos en el estado.
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Existe al interior de esos institutos políticos profunda molestia de la militancia frente al apetito de sus dirigentes, quienes están más preocupados por asegurarse plurinominales en las diputaciones locales y el Senado, que en limar asperezas para que la Alianza tripartita tenga algún tipo de futuro en Michoacán.
En ambos casos se considera necesario que desde las dirigencias nacionales den el manotazo que permita consolidar en Michoacán la Alianza, pero existe la percepción de que falta determinación para que tal llamado se concrete.