Morelia, Michoacán.- “Yo no olvido al año viejo porque me ha dejao cosas muy buenas”…
Se termina otro año y en las casas de los mexicanos ya se alistan los rituales para recibir el 2018, las uvas, las maletas, la ropa interior roja y amarilla, la lista de propósitos y otras acciones que tradicionalmente se preparan para realizar en cuanto los relojes dan las 12 campanadas.
Es típico que en las casas de los mexicanos se festeje la llegada de un nuevo año con música, fiesta, cenas familiares, con amigos o solo con la pareja. Las canciones características que nunca faltan en una celebración de estas son aquellas “guapachosas”, las cumbias, salsas y el ya tradicional “año viejo”.
Se acostumbra tener maletas y sacarlas a “pasear” por una cuadra o una calle con el augurio de que el año que comienza lleve viajes y diversión a quienes realizan este ritual. Además, la ropa interior que es una de las tradiciones más arraigadas, y ya se pueden ver en los puestos de mercados y tiendas todo tipo de lencería “roja para el amor” y “amarillo para el dinero”.
Las 12 uvas son también ya una tradición que en ocasiones provoca algunos accidentes, pues con la emoción de probar cada uva en cada campanada, son más las risas que los deseos que se alcanzan a pedir. La costumbre dicta que se debe comer una uva por cada mes del año y pedir el deseo que se quiera obtener para tal.
La escoba forma también parte fundamental de las tradiciones para recibir el año nuevo, se tiene la creencia de que al barrer la casa, se deshecha toda situación que causó malestar durante el año que se acaba. Y al barrer, echa afuera la “mala suerte”.
El dinero en las carteras tampoco debe faltar, para asegurar que en el año siguiente se tenga capacidad económica suficiente (este titular refuerza el calzón amarillo); los abrazos son fundamentales tras la épica degustación de las uvas y la quema de pólvora que se ha vuelto un tema polémico, es también parte de algunas tradiciones familiares.
Para concluir, al día siguiente la reunión familiar para el recalentado es sinónimo de la cercanía que tendrán las familias durante el año ya iniciado. ¿Y tú cómo recibes el año nuevo?.