Explora cómo el quelite enriquece la dieta mexicana con nutrientes esenciales.
El quelite, término derivado del náhuatl ‘quilitl’, que se traduce como ‘hierba comestible’, es un componente esencial en la dieta mexicana desde la era prehispánica.
Considerado por muchos como una simple planta silvestre, el quelite es en realidad un tesoro nutricional y culinario que ha ganado popularidad en la cocina moderna.
“La palabra quelite viene del vocablo náhuatl quilitl que significa verdura o planta tierna comestible y tiene su equivalente en varias lenguas (Basurto 2011, Linares y Aguirre 1992)”, según lo reportado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en su sitio web Biodiversidad Mexicana.
Se informa que en México se consumen más de 350 especies de quelites, seleccionados por tradiciones locales de diversas comunidades y regiones. Algunos de los más conocidos incluyen el pápalo, la verdolaga, el quintonil, el romerito, el quelite cenizo, el huauzontle, los alaches, el epazote, la chaya, la hoja santa y los chepiles.
“Los principales quelites que se cultivan para comercializarse son la verdolaga, el pápalo, la pipicha y el chepiche, el romerito, el huauzontle, los chepiles, los alaches y los quintoniles. El cultivo de estos quelites se ha realizado, principalmente, por pequeños agricultores, con pocos insumos externos y con base al conocimiento local de las especies”, se añade en el informe.
Las partes de la planta utilizadas como quelites incluyen la planta completa (excepto la raíz), plántulas, ramas o retoños jóvenes, hojas tiernas, hojas sin nervaduras, pecíolos y tallos.
El libro ‘Los quelites, tradición milenaria en México’ destaca que los quelites son parte de la dieta complementaria que, junto con la dieta básica, forma el patrón alimenticio de muchos mexicanos, y a menudo constituyen el plato principal en las comidas tradicionales.
“En diversos estudios enfocados a conocer las preferencias alimenticias de diferentes grupos humanos en varias regiones del país (Molina, 2000; Alvarado, 2004; Camacho, 2005; Mota, 2007) se reporta que los quelites tienen una alta frecuencia de uso con consumo registrado de dos o tres veces por semana”, se menciona.
¿Cuáles son los beneficios del quelite?
Nutricionalmente, los quelites son una excelente fuente de proteína y fibra cruda, esenciales para el buen funcionamiento del intestino. Además, proporcionan minerales y vitaminas cruciales para una dieta equilibrada.
En muchas áreas de México, el consumo de quelites es habitual y juegan un papel vital en la dieta, agregando aromas, sabores y texturas al conjunto basado en maíz y frijol.
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Según Biodiversidad Mexicana, por cada 100 g de porción comestible, los quelites como el chepil, quelites cenizo y rojo, chaya, huauzontle y romeritos, contienen hasta 6 g de proteína, más que otras verduras (2 g).
Destacan también las vitaminas A y C, con contenidos que varían entre 1,120 y 7,390 UI para la A y entre 4.4 y 196 mg para la C.
Además, incluyen vitaminas como la riboflavina, la tiamina y la niacina, siendo más abundantes en la flor de calabaza, el chepil y la chaya; los quelites también contienen diversos carotenos, con concentraciones que van desde 2.23 mg (‘lengua de vaca’) hasta 8.52 mg (chaya), comparables o superiores a los de otras verduras y frutas.