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Destrucción de máquinas tragamonedas | Foto: Gobierno de Michoacán

Alfredo Ramírez Bedolla arrancó la destrucción masiva de máquinas tragamonedas aseguradas tras varios operativos en Michoacán

Morelia, Michoacán.- El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla dio arranque a la destrucción masiva de máquinas tragamonedas decomisadas en tiendas y minicasinos de Morelia, Uruapan, Zitácuaro, Zamora, Lázaro Cárdenas, Apatzingán y Maravatío.

El mandatario informó que este día se destruyeron 700 de un total de dos mil 500 máquinas tragamonedas decomisadas en coordinación con la Fiscalía General del Estado, Secretaría de Defensa Nacional, y las Guardias Nacional y Civil.

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Comentó que, gracias a los operativos que se realizan en todo Michoacán, se avanza en el combate y prevención a la delincuencia, por lo que la estrategia para la aplicación de la ley y la reconstrucción del tejido social está generando resultados.

Ramírez Bedolla hizo un llamado a la población para no permitir que la delincuencia se disfrace de entretenimiento, denunciando la instalación y operación de estas máquinas tragamonedas.

Lo anterior, al mencionar que forman parte de un negocio ilícito de 6 millones de pesos semanales, recurso que financian redes de la delincuencia organizada, además del impacto en la salud mental que ocasionan en niños y jóvenes.

Por su parte, el fiscal General, Adrián López Solís expuso que se implementan estas acciones operativas para realizar el aseguramiento de estos artefactos, ya que personas pertenecientes a grupos criminales amenazan a los propietarios o arrendatarios de locales comerciales para que operen estas máquinas y luego comercializar o consumir drogas, lo cual provoca un estado de incertidumbre e inseguridad.

Mientras que el secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, refirió que las máquinas tragamonedas se han convertido en un peligro evidente para la seguridad y el bienestar de la población porque fomentan la adicción y la delincuencia, ya que enganchan silenciosamente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes para enseguida impulsarlos a robar, estafar o a vender cosas ilícitas.