Se prevé que al concluir estas elecciones en México, se hayan generado más de 60 mil toneladas de basura electoral en todo el territorio que afectan al medio ambiente.
Morelia, Michoacán.- La basura es el legado de las campañas electorales al medio ambiente. Miles de toneladas de propaganda electoral inundan el territorio, sin que en su mayoría, cumplan con las especificaciones de materiales establecidos en las normas electorales.
Sin datos precisos sobre la basura electoral generada cada elección en el territorio nacional, existen algunas estimaciones sobre la producción de desechos que al culminar estas elecciones: más de 60 mil toneladas.
Greenpeace México ha realizado el envío de cartas a candidatos en todo el país, para pedirles que tomen acciones frente a la contaminación plástica y o basura electoral que generan sus campañas al medio ambiente. En abril quienes primero recibieron la misiva fueron las y el candidato a la presidencia de la República.
En tales cartas la organización alerta que la mayor parte de los materiales de propaganda electoral está hecha de plásticos, los cuales, dependiendo del tipo de que se trate, pueden tardar entre decenas y cientos de años en degradarse, contribuyendo a la contaminación plástica que ya sufre México y el planeta entero.
“Los plásticos, especialmente los concebidos para convertirse en residuos después de muy poco tiempo, como en el caso de la basura electoral, están inundando todos los ecosistemas de la Tierra. Esto ocurre en medio de una crisis ambiental sin precedentes y cuando los efectos del cambio climático son cada vez más fuertes y la pérdida de biodiversidad se acelera”, consigna la organización.
¿Y la norma?
Aún y cuando la Ley General de instituciones y Procedimientos Electorales, el Código Electoral del Estado, y los propios acuerdos que toma el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), determinan la obligación de los partidos políticos de retirar su basura electoral, generalmente éstos se desatienden del asunto y lo dejan en manos de sus candidatos.
Incluso una medida que se ha establecido en procesos electorales anteriores por el IEM, es que los ayuntamientos reporten el costo del servicio de limpieza para retirar la basura electoral, de manera que éste le sea pagado descontando el dinero de las prerrogativas de los partidos. El problema es que los ayuntamientos se abstienen de reportar sus costos, prefieren asumirlos, y los casos en donde sí se ha descontado a los partidos por el servicio de limpieza, esto no ha servido para que rectifiquen su proceder.
El artículo 209 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, establece en su párrafo segundo que toda la propaganda electoral impresa deberá ser reciclable, fabricada con materiales biodegradables que no contengan sustancias tóxicas o nocivas para la salud o el medio ambiente. Los partidos políticos y candidatos independientes deberán presentar un plan de reciclaje de la propaganda que utilizarán durante su campaña.
En el caso de Michoacán uno de los requisitos para el registro de candidatos es que presenten ante el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) el plan de reciclaje de la propaganda que utilizarán durante su campaña, pero la medida sólo queda ahí, pues la Ley no establece qué debe hacerse con esa información o el procedimiento que debe seguir la autoridad para realmente se cumpla.
El artículo sexto de los lineamientos establecidos por el IEM para el registro de candidaturas establece: “Los Partidos Políticos, así como las Coaliciones y Candidaturas Comunes aprobadas por el Consejo General, deberán presentar, junto con sus plataformas electorales, el plan de reciclaje de la propaganda que utilizarán durante sus campañas, a más tardar a la fecha de presentación de las solicitudes de registro”.
Basura y más basura
A finales de abril el Instituto Nacional Electoral (INE) en Michoacán había detectado en publicidad de candidatos de Morena, PT y PVEM, 134 violaciones a la Norma NMX-E-232-CNCP-2014 en materia ambiental. Los casos siguieron proliferando con contendientes de otras fuerzas políticas.
Tal es el caso de David Cortés Mendoza del PAN, PRI y PRD a quien por el uso de publicidad contaminante el 22 de abril le fueron dictadas medidas cautelares por parte del Consejo Distrital 10 en Morelia del INE.
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A principios de mayo el INE, tenía contabilizados 910 espectaculares instalados en todo el territorio michoacano tanto de campañas locales como federales. De ese total 208 se encontraban en el municipio de Morelia; en Uruapan, 107; Zitácuaro, 57; Pátzcuaro, 54; Apatzingán, 48; Lázaro Cárdenas, 42; Hidalgo, 35; Zacapu, 34; Zamora, 30; y el resto se encontraban distribuidos en los otros municipios.
Será hasta la próxima sesión del Consejo Local del INE en Michoacán, cuando se conozca el nuevo informe sobre los hallazgos de la autoridad electoral sobre el cumplimiento o no de las disposiciones ambientales para la publicidad de partidos.
Las capacidades del INE o el IEM para la verificación de materiales de la publicidad de los candidatos es mínima, y en muchos de los casos se da a partir de denuncias presentadas por los actores políticos.
Los materiales empleados por los candidatos para sus publicitarios pueden generar secuelas ambientales por años, ya que algunos tardan en degradarse hasta 80 años. Es decir, los bisnietos de los candidatos que la generaron la seguirán padeciendo.
La Fundación México Sustentable A.C. participó en la contienda federal de 2015 como observadora electoral, y a partir de dicha experiencia emitiría el informe “Contaminación Electoral: Realidad o Simulación”. Para entonces el Instituto Nacional Electoral (INE) estableció un acuerdo con lineamientos que debían cumplir los partidos, uno de ellos era la presentación el plan de reciclaje de su propaganda electoral.
“Para los partidos políticos los volantes son un primer acercamiento con los electores, la función de dicha propaganda es para dar a conocer a sus candidatos; sin embargo en un primer acercamiento al estudio que se hizo de mil encuestas para conocer la percepción ciudadana nos arrojó que es excesiva en un 80.4 por ciento e influye solo en un 51.4 por ciento para decidir el voto. Datos significativos nos muestran que la propaganda político electoral como es llevada hasta hoy no está cumpliendo con la función que se desea (dar a conocer a los partidos y a sus ciudadanos y poco menos sus propuestas) y que además de ser excesiva y molesta sigue predominando el aspecto de contaminación ambiental, auditiva y visual”, señalaba en su estudio la Fundación.