En un escenario de incertidumbre global, Banxico opta por la reducción de su tasa de interés.
Ante un panorama de incertidumbre económica mundial y signos de debilidad en la economía local, el Banco de México (Banxico) ha decidido modificar su enfoque en política monetaria; Con opiniones divididas, la entidad eligió disminuir su tasa de interés, reflejando preocupaciones por el crecimiento económico y la necesidad de mitigar la inflación que impacta al país.
Quasar Elizundia, experto en estrategias de investigación en Pepperstone, señala que Banxico ha bajado su tasa de interés en 25 puntos base, situándola en 10.75%. Esta acción representa un giro significativo en la política monetaria, evidenciando preocupaciones por una economía que se desacelera.
Este movimiento ocurre en un contexto de incertidumbre económica global, con un comportamiento internacional dispar.
Aunque la economía estadounidense había mostrado robustez previamente, recientes datos sobre el empleo no agrícola (NFP) revelaron un empeoramiento, aumentando la ansiedad sobre una posible desaceleración económica mundial.
Esto ha llevado a varios bancos centrales a mantener o reducir sus tasas de referencia. Mientras la Reserva Federal de Estados Unidos decidió no alterar sus tasas, el Banco de Japón optó por incrementarlas, añadiendo más volatilidad a los mercados financieros internacionales.
En contraste, México se ha mantenido al margen de estas fluctuaciones globales, afectado por la depreciación del peso mexicano y la caída en los rendimientos de los mercados financieros.
Esto ha generado inestabilidad y ha impactado negativamente en la economía nacional.
Durante el segundo trimestre de 2024, el crecimiento económico en México fue mínimo, prolongando una fase de debilidad visible desde inicio de año.
Reducción en la Tasa de Interés de Banxico
Frente a este escenario, el balance de riesgos para la economía mexicana continúa siendo adverso, impulsando a Banxico a decidirse por una reducción en la tasa de interés.
La inflación es otro elemento crucial en las decisiones de Banxico.
En julio de 2024, la inflación general anual se incrementó a 5.57%, principalmente por el aumento en los precios de frutas y verduras. Sin embargo, la inflación subyacente, que es más monitoreada por el banco central, mantuvo una tendencia a la baja, situándose en 4.05% en el mismo mes, marcando 18 meses consecutivos de disminuciones.
A pesar de esto, Banxico anticipa que la inflación general se alineará con su objetivo del 3% para el último trimestre de 2025.
No obstante, existen riesgos que podrían elevarla, como la persistencia de la inflación subyacente, una posible mayor depreciación del peso mexicano y presiones adicionales en los costos.
Estos desafíos complican la gestión de la inflación en un entorno económico ya retador.