El gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, balconeó a su secretario de Gobierno, Adrián López Solís, pues aclaró que las 5 personas secuestras en Aquila, no son policías, si no civiles que se adjudicaron las tareas de seguridad pública correspondientes a la autoridad.
Ayer, el encargado de la política interna informó que se había logrado la liberación de las 5 personas privadas de la libertad, y expresó, “precisar que son policías municipales contratados por el alcalde para que desarrollen esa función y se organizan o realizan sus trabajos en función de las necesidades del propio municipio, por tanto, dejarlo claro, porque luego había una controversia por si eran policías o no”.
Sin embargo, este día, el mandatario estatal aclaró que no se trata de elementos de seguridad, sino de civiles asignados por la comunidad indígena de Santa María Ostula, municipio de Aquila, para desempeñarse como “policías comunitarios”.
“Es importante que se precise, los 5 ciudadanos o personas que se habló de desaparición, primero se dijo que son policías, ellos no son policías, ellos son comunitarios que han hecho labores de vigilancia, pero no son policías, a nosotros no nos han secuestrado ningún policía, ellos son de una comunidad indígena donde han tenido diferencias por esta dinámica de que se dejó funcionar por años, de que ciudadanos empiezan a hacer funciones de gobierno que no le corresponden, pero bueno, eso se resolvió afortunadamente bien, pero ha estado mal manejado de que 5 policías de Aquila levantados, pues no son policías, son ciudadanos que hicieron tareas que no les correspondían y que ahora ya les llamaron así y no es así”, dijo.
Aureoles Conejo incluso expresó “está mal dicho pues”, al ser cuestionado por los medios de comunicación, en torno a la afirmación del secretario de Gobierno, referente a que los 5 secuestrados de Aquila, si pertenecían a la policía municipal de aquella demarcación.
Asimismo, reconoció que se deben realizar una revisión en algunos municipios de la entidad, derivado del fenómeno que aún existen intenciones de los civiles para armarse y autodefenderse.
“De Aquila y de varios municipios es necesario hacer una revisión porque en esta dinámica que vivimos en años recientes pasados, este fenómeno de que se arman para supuestamente garantizar la seguridad y luego resulta contraproducente, pero bueno”, concluyó.