Foto: Raúl Tinoco

Los “intereses oscuros” que se suelen manejar en bares y antros así como la “corrupción” que ha venido existiendo en el Ayuntamiento de Morelia, serían cuestiones que han evitado que el municipio regule el funcionamiento de los centros nocturnos que operan en la capital michoacana, acusó el regidor del Partido Acción Nacional (PAN), Benjamín Farfán Reyes.

Luego de presentar un punto de acuerdo en sesión de cabildo para regular la operatividad de los “giros rojos” en la ciudad, el regidor panista aseguró que “por miedo”, el Ayuntamiento habría venido omitiendo accionar “como se debe” en contra de los bares y antros que omiten respetar los reglamentos municipales.

Farfán Reyes prosiguió condenando que en zonas como la Avenida Enrique Ramírez, el Centro de Morelia y el Boulevard García de León, son constantes las quejas ciudadanas que se registran por los horarios y decibeles que manejan los centros nocturnos ubicados cerca de domicilios particulares.

En este aspecto, el Reglamento de Establecimientos Mercantiles precisa que los bares y antros no pueden rebasar el nivel de 68 decibeles; sin embargo, esta disposición parece ser letra muerta en la capital michoacana.

“Las emisiones de ruido emanadas de fuentes fijas o móviles no deberán rebasar los límites establecidos por las normas oficiales mexicanas, que establece 68 decibeles en horario de 06 a 22 horas y de 66 decibeles en horario de 22 a 06 horas. En caso de denuncia reiterada, el Ayuntamiento procederá a sanciones aplicables”, se lee en el Reglamento de Establecimientos Mercantiles.

El regidor también condenó que algunos bares de la ciudad suelen cesar su operación entre las 4 y 6 de la mañana, cuando el reglamento antes citado precisa que el horario límite ronda entre las 2 y 3 de la madrugada.

“Lo vemos con antros como Sense o Pecatto, en donde cierran hasta altas horas de la madrugada; los clausuran, pero a los dos o tres días ya están operando sin problema, luego de pagar una jugosa multa”, lamentó.

La corrupción sería otro factor que ha abonado en dicha situación, pues sin precisa nombres y apellidos, Benjamín Farfán sostuvo que “hay gente intocable por las relaciones que mantienen con algunos funcionarios municipales”.

“Hay una mezcla de varios factores entre poderes fácticos que son los que mueven estos antros, también hay un tema de corrupción; no se ha logrado sanear completamente esta área, y también hay una falta de voluntad política para ir y pegarle a los intereses de gente que también tiene un cierto grado de influencia con algunos funcionarios municipales y no son tocados”, agregó.

Con todo y todo, es importante señalar que actualmente existen 5 mil 100 licencias tipo C (para venta de alcohol), cifra que contrasta con el número inspectores que operan en el municipio, pues hasta el mes de septiembre el número de éstos apenas llega a 60.

En este tenor, el presidente, Alfonso Martínez propuso que se establezca una comisión integrada por regidores del Ayuntamiento, a través de la cual, según comentó, se buscaría responder a una problemática que, dijo, “heredó” la administración a su cargo.


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