Bajas en las Fuerzas Armadas: de las deserciones a la mala conducta y los prófugos
Elementos de comandos especiales de la SEDENA durante el desfile cívico militar del 214 Aniversario de la Independencia de México. FOTO: PRESIDENCIA/CUARTOSCURO.COM

Análisis de las bajas en las Fuerzas Armadas, desde deserciones hasta problemas de conducta.

Ciudad de México.-Cada año, numerosos individuos se unen y otros abandonan las Fuerzas Armadas, un sector con alta variabilidad en su personal activo.

Según la Dirección General de Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena):

“El número de efectivos varía constantemente en virtud de las bajas y deserciones de efectivos que se presentan en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.

Los datos muestran que desde 1985 hasta el 30 de junio del 2024, las bajas en Sedena incluyen retiros voluntarios, mala conducta, deserción, incapacitación, rescisión de contrato, desaparición y fallecimiento.

En los primeros seis meses de este año, se contabilizaron 10 mil 762 bajas, siendo la mayoría personal de tropa, con 10 mil 235 bajas. De estos, 5 mil 444 fueron por rescisión de contrato y 2 mil 207 por retiro, entre otras causas.

Históricamente, las deserciones han sido significativas. Por ejemplo, en 1991 se reportaron 53 mil 433 bajas, la mayoría por deserción.

Durante los años noventa y principios de los dos mil, las deserciones fueron particularmente altas, especialmente durante los gobiernos de Salinas y Zedillo.

El comportamiento indebido también ha sido una causa notable de baja, alcanzando un pico en 1997 con 441 casos. En los años recientes, la cifra ha variado, con un aumento en 2023 a 153 bajas por esta razón.

En el ámbito de la Marina (Semar), las bajas se registran bajo diferentes criterios y suman 65,041 desde el año 2000 hasta 2024. La mayoría de estas bajas son solicitudes voluntarias y ausencias.

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El artículo también aborda el adiestramiento especializado que reciben ciertos miembros de las Fuerzas Armadas, y la preocupación por aquellos que dejan el servicio, especialmente aquellos entrenados para operaciones especiales, y su posible vinculación con el crimen organizado tras su baja.

Finalmente, el artículo destaca la falta de seguimiento a quienes dejan las Fuerzas Armadas, especialmente aquellos con entrenamiento especializado, lo que representa un desafío en términos de seguridad nacional.