Descubrimiento clave puede revolucionar el tratamiento de la diabetes tipo 1
Desde hace más de un siglo, las personas con diabetes tipo 1 han confiado en inyecciones diarias de insulina. A pesar de los avances, la naturaleza crónica de esta enfermedad sigue siendo un desafío. Recientemente, un equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU) ha descubierto indicios que podrían transformar el enfoque terapéutico para esta condición.
El reciente estudio sugiere que las células beta del páncreas, a pesar de sufrir un proceso de envejecimiento, mantienen su capacidad para liberar insulina en respuesta a la glucosa. Este hallazgo es fundamental para el control de la glucemia. Además, estas células muestran un incremento en la actividad de ciertos genes que podrían activar el sistema inmune, lo que tiene implicaciones significativas en la regulación inmune y las respuestas autoinmunes asociadas a la diabetes tipo 1.
Según The Jerusalem Post, la investigación liderada por el Dr. Milan Patra y los profesores Ittai Ben-Porath y Yuval Dor de la Facultad de Medicina de HU, concluyó:
“La senescencia de las células beta pancreáticas humanas mejora la maduración funcional a través de la reorganización de la cromatina y promueve la capacidad de respuesta al interferón”, tal como se publicó en la revista Nucleic Acids Research.
Los científicos encontraron que las células beta senescentes reorganizan su cromatina, lo que permite una mayor liberación de insulina en respuesta a la glucosa, mejorando así la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
“Estos hallazgos clave sugieren que las células beta senescentes no son un problema, pero pueden actuar, de una manera prediseñadas, para mejorar la producción de insulina a medida que envejecemos, contrarrestando otros efectos perjudiciales”, destacó Ben Porath.
Además, el investigador señaló la posibilidad de que, si la senescencia de las células beta es prominente en las etapas tempranas de la diabetes tipo 1, su tratamiento dirigido podría prevenir el ataque autoinmune de estas células.
El equipo de la HU planea profundizar en los mecanismos detrás del aumento de maduración funcional en células beta envejecidas, con la esperanza de desarrollar terapias que mejoren la funcionalidad y longevidad de estas células, mejorando así la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 1.