Michoacán enfrenta un aumento en la informalidad laboral, reflejando una estructura de empleo frágil y sin prestaciones.
Morelia, Michoacán.-El mercado laboral de Michoacán enfrenta una crisis estructural que se ha acentuado en las últimas décadas, con un alarmante 67 por ciento de los trabajadores en condiciones de informalidad, lo que implica la falta de prestaciones como seguridad social, aguinaldo y vacaciones.
Este lunes, el economista Heliodoro Gil Corona, destacó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, correspondiente al cuarto trimestre de 2024, la tasa de empleo formal en la entidad cayó de 33.2 por ciento a 32.9 por ciento, mientras que la informalidad laboral aumentó de 66.8 por ciento a 67.1 por ciento en un año.
A pesar de que Michoacán se ubica entre los estados con menor tasa de desocupación a nivel nacional, con apenas el 1.5 por ciento de la población económicamente activa sin empleo, este dato es inversamente proporcional a la tasa de informalidad, lo que refleja la fragilidad del mercado laboral estatal.
Lo anterior implica, puntualizó Gil Corona, que la falta de empleo formal no se traduce en estabilidad económica, sino en un refugio en la economía informal para poder subsistir.
A decir del especialista, el problema no es coyuntural, sino resultado de un crecimiento económico insuficiente.
Hizo notar que desde la década de los 80, la economía de Michoacán ha crecido a un ritmo inferior al 2 por ciento, lo que ha limitado la generación de empleod formales y ha dejado a la población en una situación de vulnerabilidad.
Esta situación se agrava en sectores clave como el comercio, el campo y la industria manufacturera, donde la informalidad laboral es predominante.
El panorama en Michoacán se asemeja al de otras entidades con altos índices de pobreza y empleo precario, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, donde hasta ocho de cada 10 trabajadores se encuentran en la informalidad.
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Sin estrategias efectivas para fortalecer la formalidad laboral y mejorar la educación vinculada a la demanda del mercado, la precariedad seguirá marcando el destino económico del estado.