El reciente ataque con drones en Moscú marca el mayor asalto aéreo en la historia del conflicto.
Ucrania.-Este martes, Ucrania lanzó su más grande ataque con drones sobre Moscú, resultando en la muerte de al menos una mujer, la destrucción de numerosas viviendas y la alteración de operaciones en los aeropuertos de la capital rusa, desviando cerca de 50 vuelos.
Rusia, reconocida como la mayor potencia nuclear global, reportó haber neutralizado al menos 20 drones ucranianos en el área metropolitana de Moscú, que alberga más de 21 millones de personas, y otros 124 en diferentes ocho regiones.
Una víctima fatal se reportó en las cercanías de Moscú, de acuerdo con fuentes oficiales rusas. Durante más de seis horas, tres de los cuatro aeropuertos principales de Moscú se mantuvieron cerrados, afectando a casi 50 vuelos.
Desde Kiev, se informó que durante la noche, Rusia había atacado con 46 drones, de los cuales 38 fueron interceptados y destruidos.
Los drones también causaron daños significativos en edificaciones residenciales del distrito de Ramenskoye, en la región de Moscú, donde incendiaron varios pisos, según relatos de los habitantes a Reuters.
“Miré por la ventana y vi una bola de fuego”, declaró Alexander Li, un residente del distrito. “La ventana salió volando por la onda expansiva”.
“Descorrí la cortina y golpeó el edificio justo delante de mis ojos, lo vi todo”, compartió Georgy, otro residente que prefirió no revelar su apellido. “Cogí a mi familia y salimos corriendo”.
El distrito de Ramenskoye, ubicado a unos 50 kilómetros al sureste del Kremlin, cuenta con una población aproximada de un cuarto de millón de personas.
Además, más de 70 drones fueron abatidos sobre la región suroccidental de Briansk, limítrofe con Ucrania, y decenas más en otras regiones, según el Ministerio de Defensa ruso, sin reportar daños ni víctimas adicionales.
Con el avance ruso en el este de Ucrania, Kiev ha intensificado la guerra llevándola al territorio ruso con ataques transfronterizos y utilizando drones de manera creciente.
La guerra ha sido predominantemente una sangrienta batalla de artillería y drones a lo largo de una línea del frente extensa en el sur y este de Ucrania, con la participación de cientos de miles de soldados.
Ambas naciones han buscado innovar en la compra, desarrollo y despliegue de drones, así como en métodos para neutralizarlos, desde armas de fuego hasta sistemas de interferencia electrónica avanzados.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha calificado los ataques ucranianos con drones como “terrorismo” por dirigirse a infraestructuras civiles, prometiendo una respuesta contundente.
Mientras tanto, Rusia ha lanzado miles de misiles y drones contra Ucrania en los últimos dos años y medio, causando la muerte de miles de civiles y devastando gran parte de su infraestructura energética y propiedades a lo largo del país.
Ucrania sostiene que tiene derecho a responder dentro del territorio ruso, aunque sus aliados occidentales prefieren evitar un enfrentamiento directo con Rusia y la OTAN.
No hubo declaraciones inmediatas de Ucrania sobre los ataques del martes. Ambas partes niegan haber atacado a civiles.
Los ataques del martes siguen a una serie de ofensivas con drones por parte de Ucrania a principios de septiembre, enfocadas principalmente en instalaciones energéticas y eléctricas rusas.
Autoridades de la región de Tula, al norte de Moscú, informaron que restos de un dron cayeron sobre una instalación de combustible y energía, aunque el “proceso tecnológico” no sufrió impactos.