En ciudades como San Francisco, Phoenix y Las Vegas, diversos vehículos autónomos como el robotaxis circulan por las calles sin necesidad de un conductor humano al volante, algunos de estos vehículos ni siquiera poseen un volante, por ello, conoce sobre su asistencia remota.
No obstante, muchos de estos autos autónomos ocasionalmente requieren la intervención de un operador remoto desde un centro de control en Foster City, California, gestionado por Zoox, una compañía de Amazon dedicada a la tecnología de conducción autónoma. Aunque operan mayormente sin intervención directa, en situaciones complejas estos vehículos son asistidos por técnicos ubicados a más de 800 kilómetros de distancia.
Dentro de compañías como Zoox, se asume normalmente la existencia de esta asistencia humana. Sin embargo, fuera de estos círculos, es poco conocido que los vehículos autónomos no son completamente independientes.
Históricamente, las empresas han evitado hablar sobre la asistencia remota que reciben sus vehículos autónomos.
Mantener la percepción de autonomía total ha sido clave para atraer inversión y atención hacia su tecnología.
“Esto tiene un toque como del mago de Oz”, menciona Gary Marcus, experto en inteligencia artificial.
Por ejemplo, si un robotaxi de Zoox encuentra una zona de obras inesperada, un técnico en el centro de control es alertado y debe guiar al vehículo para evitar el obstáculo.
“No tenemos control absoluto del vehículo —afirmó Marc Jennings, un técnico remoto de Zoox—. Solo lo guiamos.”
A medida que compañías como Waymo y Cruise han comenzado a operar sin conductores humanos, han tenido que admitir públicamente la necesidad de asistencia humana tras varios incidentes. La realidad es que los costos asociados a esta asistencia hacen que sea desafiante reemplazar completamente a las flotas de transporte privado como Uber y Lyft con robotaxis.
“Tal vez sea más barato pagarle a un conductor para que se siente en el auto y lo maneje”, sugiere Thomas W. Malone del MIT.
Mientras tanto, en Foster City y Las Vegas, Zoox está probando un nuevo modelo de robotaxi diseñado sin espacio para conductor.
Estos vehículos, que aún no están disponibles para el público general, permitieron a periodistas experimentar un viaje de prueba. En el interior, los pasajeros interactúan solo con una pantalla táctil para controlar funciones básicas como la música o el aire acondicionado.
Aunque los autos están diseñados para manejar situaciones rutinarias autónomamente, la asistencia remota sigue siendo indispensable para eventos inusuales o complicados.
“Estas son situaciones que se salen de lo normal”, explica Jayne Aclan, supervisora en Zoox. La asistencia remota sigue siendo un pilar esencial para garantizar la seguridad y eficacia de los vehículos autónomos en las calles.