¡A los que ya no producen ya no los queremos en el espacio público…! Esta es la premisa de la arquitectura hostil.
La gente constantemente pierde sus hogares, y esta es una situación muy compleja y multifactorial, que difícilmente alcanzaremos a dilucidar, entre otros factores están las enfermedades mentales, personas con problemas de adicciones y más probable la constante incertidumbre laboral.
¿Por qué la gente no tiene hogar?
La falta de viviendas asequibles y la escala limitada de los programas de asistencia para la vivienda han contribuido a la actual crisis de vivienda y a la falta de vivienda. Recientemente, las ejecuciones hipotecarias también han aumentado el número de personas que experimentan la falta de vivienda.
Pobreza
La falta de vivienda y la pobreza están inextricablemente vinculadas. Las personas pobres con frecuencia no pueden pagar la vivienda, la comida, el cuidado de los niños, la atención médica y la educación. Se deben tomar decisiones difíciles cuando los recursos limitados cubren solo algunas de estas necesidades. A menudo es la vivienda, que absorbe una alta proporción de los ingresos que deben ser eliminados. Si eres pobre, eres esencialmente una enfermedad, un accidente o un sueldo lejos de vivir en las calles.[1]
Desde hace décadas, la arquitectura urbana ha desarrollado todo un arsenal pasivo que dificulta o, directamente, impide que las personas sin hogar duerman o permanezcan en según qué espacios, espacios públicos.
Criticas
Los críticos de la arquitectura hostil argumentan que este conjunto de técnicas imposibilita la vida en la calle, que reemplaza los espacios públicos por espacios comerciales o “pseudo-públicos” y fomenta una arquitectura “para aplicar divisiones sociales.
La arquitectura hostil, además de forzar el desplazamiento de una persona sin hogar que ha encontrado un espacio seguro donde dormir, también provoca unas consecuencias psicológicas para la persona afectada. “Es muy discriminatorio y, emocionalmente, hace mucho daño. Sientes que eres un estorbo y te sientes aún más rechazado por la sociedad», denuncia Albert. Según él, la arquitectura hostil lo que quiere es tapar un problema que existe, el sinhogarismo, en lugar de hacerle frente y aportar soluciones. «Quieren dar una imagen de una Barcelona moderna y turística, y no quieren que se vea la gente que tenemos problemas”, critica.
Este tipo de arquitectura prolifera por todo el mundo y está más en boga debido a la gran cantidad de personas sin techo y con las crisis en todo el mundo se prevé no disminuya, sino que continúe.
La ciudad hostil: ángulos y púas contra el ciudadano.
Anti-homeless spikes ara a part of a wider phenomenon of ‘hostile architecture’.
El control de las conductas sociales a través de la arquitectura.
Luis Ventura De La Rosa Orozco
“Libertad, igualdad, y fraternidad es el camino hacia la paz”
Fuente: https://www.aresearchguide.com/homelessness.html