A pesar de su promesa de no involucrarse, Elon Musk no ha podido evitar participar en la política presidencial. Tras un ataque a Donald Trump, el CEO de Tesla expresó su solidaridad con el expresidente. No solo con palabras, Musk reveló su plan de donar más de 45 millones de dólares a la campaña de Trump. Este apoyo sorprende, dado que Tesla se enfoca en energías renovables, a diferencia de la política ambiental de Trump.
Después de que Trump propusiera cortar las inversiones en infraestructura eléctrica de la administración Biden, Tesla enfrenta desafíos significativos. Trump, en la Convención Nacional Republicana, prometió acabar con los mandatos de vehículos eléctricos desde su primer día en el cargo. Además, si Trump revoca la Ley de Reducción de la Inflación de Biden, las ventas de Tesla podrían verse aún más afectadas. En 2024, Tesla ya lucha con la competencia y ha tenido que reducir precios, lo que junto a las polémicas declaraciones de Musk en redes sociales, resultó en una caída de ventas del 6.3% en el segundo trimestre de 2024.
El respaldo de Musk a Trump podría ser perjudicial para Tesla. Aunque ambos, el partido republicano y Musk, concuerdan en eliminar los subsidios a vehículos eléctricos, Musk declaró en X en julio: ‘eliminen los subsidios, sólo ayudarán a Tesla’, pero sin los préstamos iniciales del Departamento de Energía, Tesla no sería lo que es hoy. SpaceX y Starlink, otras empresas de Musk, también dependen de contratos gubernamentales.
Musk ha mostrado más afinidad con Trump que con Biden, quien, a pesar de las enormes inversiones, ha mantenido cierta distancia con Musk, incluyendo investigaciones contra Tesla por supuestos fraudes. Musk criticó la administración de Biden en 2021 por no ser ‘muy amigable’. La tensión escaló con la donación de Musk a Trump y su intento de alinear a Silicon Valley con el republicano. Biden expresó en X: ‘Estoy enfermo de Elon Musk y de sus amigos ricos tratando de comprar esta elección’.
Bajo un gobierno de Trump, Tesla podría beneficiarse inicialmente de reducciones fiscales y menos regulaciones. Sin embargo, tal administración podría dañar gravemente la transición global hacia la energía sostenible, favoreciendo la industria del gas y petróleo sobre las renovables. Musk tal vez no haya ponderado completamente las consecuencias de su estilo impulsivo al apoyar a Trump, lo que podría tener efectos duraderos en un posible segundo mandato.