AMLO aborda la seguridad de TikTok y la protección de datos en México.
En su habitual conferencia matutina del 26 de enero de 2024, el líder mexicano, Andrés Manuel López Obrador, abordó el tema de la seguridad de TikTok AMLO y la protección de datos personales.
A pesar de las preocupaciones internacionales y las restricciones impuestas en otros países, AMLO se mostró confiado en que su gobierno está equipado para manejar cualquier desafío que surja del uso de redes sociales como TikTok, que recientemente acogió una cuenta presidencial el 9 de enero.
El presidente destacó la habilidad de su administración para contrarrestar la desinformación y asegurar la protección de datos personales en plataformas digitales.
Citando la era del liberalismo mexicano del siglo XIX, AMLO recordó el principio de que ‘la prensa se corregía con prensa’, un concepto que sigue siendo relevante en la era digital para enfrentar falsedades, con la confianza de que en México ‘no hay censura’.
El billon de usuarios
TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, se ha consolidado como un medio de comunicación clave tanto para usuarios comunes como para figuras públicas. Proyecciones de Statista sugieren que la app podría superar el billón de usuarios para 2025.
En respuesta a las preocupaciones de seguridad, países como Estados Unidos y Reino Unido han limitado el uso de TikTok en dispositivos gubernamentales.
En Estados Unidos, la decisión se tomó por la relación de ByteDance con el Partido Comunista Chino, mientras que en el Reino Unido, la medida busca prevenir la filtración de información sensible.
Otras naciones que han implementado restricciones similares incluyen Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, la Unión Europea, Francia, Latvia, Nueva Zelanda y Noruega.
Frente a estos desafíos, TikTok ha reafirmado su compromiso con la responsabilidad social y la protección de datos.
Como parte de su estrategia de seguridad de TikTok AMLO y transparencia, la compañía ha iniciado el Proyecto Texas, que implica una inversión de 1.5 mil millones de dólares para trasladar la infraestructura de datos de EE. UU. a su territorio, permitiendo así un mayor control y acceso directo a los servidores por parte de las autoridades estadounidenses.