Las precipitaciones recientes ofrecen un alivio significativo ante la crisis hídrica en México.
Ciudad de México.-La llegada de la tormenta tropical Alberto a territorio mexicano ha traído consigo copiosas precipitaciones, proporcionando un respiro en medio de una intensa crisis hídrica.
Con el comienzo de la temporada de lluvias y ciclones, se observó una notable recuperación en los niveles de almacenamiento de varias presas y en la recarga de los mantos acuíferos.
Ante la amenaza de sequía que comprometía el almacenamiento de agua en presas, la temporada de precipitaciones y ciclones tropicales de 2024 marcó un punto de inflexión.
Según comunicados del Gobierno de México, las presas en estados como Nuevo León, Veracruz, Chiapas, Tamaulipas y San Luis Potosí alcanzaron niveles de agua óptimos. Este hecho es clave para asegurar el suministro de agua potable a la población.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reveló que, hacia finales de junio, los embalses experimentaron un crecimiento relevante en su volumen de agua, pasando de un 12,66 por ciento el 19 de junio a un 54,39 por ciento para el 25 del mismo mes.
Además, las lluvias han sido esenciales para garantizar la disponibilidad de agua subterránea a largo plazo y han beneficiado enormemente a los agricultores, quienes ahora cuentan con más recursos para el riego. El aumento de la humedad también ha contribuido a la reducción de incendios forestales, permitiendo la regeneración de áreas forestales dañadas.
El Gobierno ha hecho un llamado a fortalecer la protección civil ante la nueva temporada y ha confirmado que está preparado para proteger a la población de posibles desastres, así como para monitorear los niveles de agua en presas y cuerpos acuáticos.
Las tareas de monitoreo y control están a cargo de la Coordinación Nacional de Protección Civil, Conagua, y las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).