Morelia, Michoacán.- Será el próximo sábado 10 de febrero cuando el Festival del Torito de Petate se haga presente nuevamente en la capital michoacana, esta vez con más de 150 participantes de las diferentes colonias de la ciudad de Morelia que con anticipación preparan todo lo que envuelve a este singular festival que cada año toma más fuerza como uno de los preferidos de los morelianos.
Así lo dio a conocer la titular de la Secretaría de Turismo del municipio de Morelia, quien además detalló que para resaltar esta tradición moreliana, se implementarán diversas estrategias y campañas de difusión en hoteles, restaurantes, comercios y las calles principalmente del Centro Histórico de la capital michoacana.
“Tenemos ya una alianza con hoteles para incluir un torito de petate en sus recibidores y tener ahí publicidad; también con los restaurantes para que en estos días tengan algún platillo y bebida alusiva al Festival del Torito de Petate, para que la gente se vaya involucrando y tengan más ganas de venir a participar”, detalló.
En ese tenor, expuso que a Morelia llegan visitantes y turistas de toda la entidad y de algunos estados vecinos como Querétaro y Guanajuato para ser partícipes del Festival del Torito de Petate, que dijo, “es una fiesta llena de color, que se ha vuelto más arraigada en nuestra ciudad y que nosotros en coordinación con otras dependencias le estamos dando mucho empuje”.
“Se ve también cómo la gente de las colonias de la ciudad se involucra más cada vez y no solo en lo del Torito de Petate, también en otros eventos que hemos estado organizados y que cada vez vemos más y más participantes y con eso, garantizamos que este tipo de festivales pueden tener el mismo peso de otros que se hacen en Morelia, pero este en particular es de los más locales y que más gusto dan a la gente”, consideró Thelma Aquique.
El Festival del Torito de Petate, se enmarca en las fiestas de Cuaresma, es la antesala de la Semana Mayor y con él se da pie al “Martes de Carnaval” y “Miércoles de Ceniza” tradiciones propiamente religiosas que dan inicio a las fiestas de guardar que los cristianos y católicos respetan en recuerdo de los 40 días y noches que Jesucristo pasó en el desierto antes de su aprehensión, pasión y muerte.