Cuídense Toyota y Volkswagen, que ahí viene Nissan. La firma del escudo rojiplata actualmente es la tercera jugadora global y ya busca superar a sus rivales: La reciente alianza con Mitsubishi se inserta en esta coyuntura.
Este jueves, Nissan Motor Co acordó comprar una participación de 34% en Mitsubishi Motors Corp, con lo que asumirá, en la práctica, el control de su rival más pequeño.
En México, la planta de Aguascalientes podría tener nuevos proyectos tras este pacto, pero las autoridades no han revelado nada por el momento.
Carlos Ghosn, presidente y director general de Nissan Motor Co, dijo en un comunicado que, derivado de cooperación estratégica, ambas firmas compartirán y desarrollarán conjuntamente su tecnología, harán compras conjuntas de autopartes, compartirán plantas y cooperarán en la comercialización en los mercados en crecimiento.
Gracias a este tipo de alianzas, Nissan reduce costos de manufactura y agiliza los lanzamientos de productos. En los próximos siete años, Nissan crecerá su producción en tres millones de unidades, llegando a casi 11 millones en 2023, según IHS. “Alcanzará a su rival Toyota, que ese año logrará una producción similar”, dice Vildozo.
El analista espera que Nissan también reduzca la brecha con el Grupo Volkswagen, el mayor fabricante de autos, que en 2015 alcanzó una producción de 10 millones de autos, pero que con siete nuevas plantas llegará a los 11.8 millones en 2023.
Además de su crecimiento en Asia, Nissan quiere continuar su ascenso en el mercado estadounidense. “Tiene la meta de crecer su participación en el mercado estadounidense y pasar de 8.5% a 10% antes de 2020”, dice Vildozo. Es un objetivo agresivo para un mercado tan competido y en donde las variaciones anuales son de décimas de punto porcentual.
Para Mitsubishi, el acuerdo es un salvavidas para Mitsubishi Motors, que está sumido en su tercer escándalo en dos décadas, por falsificar los datos sobre eficiencia energética de al menos cuatro modelos compactos desde 2013.