Morelia, Michoacán.-Ante la determinación que tomó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), centrada en abrir cancha a los candidatos independientes en un proceso comicial, el ex panista, Alfonso Martínez Alcázar, consiguió escalar a la alcaldía de Morelia, un cargo que la plataforma del PAN no le había permitido ocupar. Hoy, el independiente podría buscar su reelección para ocupar la presidencia capitalina por tres años más.
Alfonso Martínez Alcázar, quien fuera diputado local y federal por el Partido Acción Nacional (PAN), buscaba adueñarse de la candidatura de los azules por segunda ocasión a la presidencia municipal de Morelia, considerando que en la primera fue vencido por Fausto Vallejo Figueroa.
Sin embargo, las condiciones en el albiazul no estaban a su favor, pues no pertenecía a los allegados a Marko Cortés Mendoza, quien ha venido definiendo qué candidatos van y cuáles no en el blanquiazul. Fue así que ante esta cerrazón al interior de su partido optó por su jugada maestra, algo que recién había sido aprobado y estaba muy de moda: una candidatura independiente.
El 17 de noviembre de 2014, aun siendo presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, al filo de las 13:30 horas, anunció que terminaba su militancia de más de 20 años en el PAN, bajo el argumento de que dicho instituto político le estaba cerrando las puertas a la ciudadanía, un golpe sin lugar a dudas muy duro para el panismo michoacano y un movimiento extremadamente arriesgado para Alfonso y su grupo al interior de los albiazules.
En ese momento, Martínez Alcázar señaló que no era tiempo de hablar de candidaturas sino de hacer alianza con la gente, sin embargo, al poco tiempo dejó ver lo que ya todos sabían, su intención por ser candidato a como diera lugar para la presidencia de Morelia. Así, el 7 de enero de 2015, acompañado de quienes hoy son funcionarios municipales y regidores independientes, y que en ese momento era su planilla denominada “Todos por Morelia”, se presentó ante el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), para registrarse como precandidato independiente o ciudadano a la presidencia municipal de la capital Michoacana.
Alfonso Martínez logró su registro como candidato el día 6 de febrero del año 2015, luego de haber obtenido más del dos por ciento de firmas del padrón total de Morelia, es decir más de 11 mil 126 firmas, mismas que exigía la ley para poder ser postulado como candidato a ocupar la silla presidencial del Ayuntamiento de Morelia.
El camino hacia la presidencia y sus pasos por la campaña
Con la finalidad de llegar a sentarse en la silla presidencial de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar inició su campaña “Todos por Morelia” el pasado 20 de abril del año 2015, para que cuatro meses y doce días después, el independiente rindiera protesta como presidente municipal.
Sin embargo, para que tomara protesta como alcalde de Morelia, el independiente tuvo que hacer muchas promesas con la ciudadanía, pero muchos más compromisos con otras personas, fue así que desde el arranque de su campaña, Martínez Alcázar manifestó que trabajaría siempre de cara a los ciudadanos, pidiéndoles opinión para hacer o no hacer algo en la capital del estado.
El discurso de campaña que llevaba el ex panista era contundente, no trabajaría de la mano con partidos políticos y sí con la ciudadanía. Ese, el eje con que basó su campaña, centrado en atacar y desprestigiar a los partidos políticos, de donde hacía apenas unos meses él había salido.
Sin embargo, olvidaba que para hacer o no algo en Morelia, primero tenía que de pedirle autorización a los morelianos, pero quienes tienen la última palabra son los partidos políticos bajo sus representantes al interior del Congreso del Estado y del Congreso de la Unión, además de que son ellos quienes destinan diversos recursos para los municipios. No, Alfonso quiso pensar que ser independiente le daría posibilidad de formar parte tanto del ejecutivo como del legislativo.
Promesas de convencimiento independiente para Morelia
Entre sus promesas de campaña con los morelianos muchas llamaron la atención, unas más que otras, pero al final de cuentas todas promesas, tal y como las han hecho todos los aspirantes de cualquier partido político que quieren llegar a algún cargo de elección popular, la pobreza, las vialidades, el estudio y la educación, la seguridad, la salud, el estilo de vida, el empleo, la economía, en fin, todas con el mismo sentido, pero ahora en voz de un ex partidista, de un candidato ciudadano.
Fue así como una de las principales promesas que le hizo a los habitantes de la capital michoacana fue la de combatir la pobreza extrema con la que cuenta Morelia y el apoyo inminente del ayuntamiento capitalino hacia la zona rural de Morelia, es decir, a las colonias que se ubican en la periferia de la metrópoli, a las Tenencias de la capital y a sus comunidades.
Otra de las promesas de campaña que utilizó el hoy presidente municipal, fue que sacaría al tren de la capital michoacana para que de esta forma los morelianos no tuvieran que perder tiempo en sus traslados de un lugar a otro cuando se atravesara dicha máquina estadounidense por algunas de las principales calles y avenidas de la ciudad.
El independiente ofreció a los morelianos un gobierno transparente, honesto, ciudadano, que sirviera y que diera resultados en seguridad, empleo, servicios y ayudando a quién más lo necesita; también fue enfático al señalar que haría de las oficinas burocráticas de Morelia espacios más ágiles y eficientes.
Un gobierno con participación ciudadana en la toma de decisiones para la planeación del desarrollo del municipio, la aprobación del presupuesto y la elección de un contralor ciudadano, fueron otras de las promesas de Alfonso Martínez, además de que también en algún momento de su campaña trató de convencer a los morelianos bajo el argumento de que construiría no sólo un parque industrial sino hasta tres.
En materia de seguridad, el ex candidato ciudadano de “Morelia de Todos”, fue claro al señalar que pondría orden y tranquilidad en materia de seguridad, que haría de la capital, la ciudad más segura del estado, lo mismo externó con las finanzas del municipio, aseguró que las sanearía por completo.
Otras de las promesas más entusiastas del hoy alcalde, fue la de apoyo con gastos de transporte a niños y jóvenes de las comunidades de Morelia para que siguieran sus estudios en alguna institución de la ciudad, por lo que jóvenes morelianos, pertenecientes a alguna tenencia de la capital, se mantuvieron con la esperanza de poder continuar con sus estudios.
La historia de siempre… promesas incumplidas
A casi dos años del gobierno independiente en Morelia, las cosas evidentemente no han salido como las tenían planeadas, pues luego de 23 meses en el poder, los morelianos están confundidos con lo que está pasando en su municipio, la seguridad cada vez está peor, el empleo cada vez es menor, la pobreza y pobreza extrema van al alza y las promesas de campaña no llegan.
Pese al compromiso hecho en campaña por combatir la pobreza, hoy en día un 60 por ciento de la población capitalina vive en esta situación, mientras que de ese 60 por ciento, el 13 por ciento vive en condiciones realmente lamentables, en condiciones de pobreza extrema, situación que deja ver la primera falla del gobierno municipal.
Así pues, también ha quedado en el olvido aquella promesa de atender a las comunidades rurales de Morelia, pues los vecinos de las diferentes tenencias de la capital michoacana han demostrado su inconformidad con el trabajo de Alfonso Martínez y han denunciado que los tiene en total abandono, que únicamente está trabajando en el centro de Morelia y para unos cuantos.
Una de las promesas que a dos años de su llegada a la presidencia, tampoco ha cumplido es la de sacar al tren de la ciudad, pues ahora está buscando la forma de poner puentes en las calles por donde cruza el ferrocarril, esto argumentando lo complejo y costoso que sería mover al tren de la ciudad, lo que deja ver que únicamente prometió en campaña para ganar votos y jugando con la conciencia de la gente, sin saber si realmente se podría cumplir o no.
Una de las acusaciones más frecuentes que la sociedad e incluso los mismos actores políticos han hecho en contra de ésta administración es la opacidad con que trabajan y la poca transparencia con que realizan obras en la ciudad.
Un gobierno con participación ciudadana en la toma de decisiones para la planeación del desarrollo del municipio, la aprobación del presupuesto y la elección de un contralor ciudadano; todo esto también quedó en el olvido, pues una de las principales quejas de los morelianos es que no fueron tomados en cuenta para la realización de proyectos, principalmente lo que se refiera al programa de peatonalización del Centro Histórico de la ciudad y al Parque Lineal del Río Chiquito.
Alfonso Martínez y su administración están llenos de promesas incumplidas, pues tampoco se ha concretado ni si quiera el tema de un parque industrial, cuando en campaña aseguró que se harían por lo menos tres, y al cuestionarle a él o a la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Emprendedor, omiten responder.
En lo que respecta a seguridad, bacheo, mejoramiento de vialidades, además del apoyo con el transporte público a los jóvenes de las comunidades y tenencias de la capital michoacana que quisieran seguir sus estudios, forman parte de la gran lista de promesas incumplidas por el presidente que decidió trabajar desapegado a los partidos políticos.
Irregularidades, escándalos en “Morelia de Todos”
Esta administración independiente ha tenido que resolver problemas que ella misma ha ocasionado tanto al interior de la administración como en la ciudad en general, han sufrido de diversas irregularidades que han salido a la luz pública ya sea por la sociedad en general o por actores políticos, una parte fundamental en estos escándalos han sido sin lugar a dudas las redes sociales.
Desde el inicio de ésta administración “independiente”, los escándalos no se hicieron esperar, y es que a los pocos días de la llegada de Alfonso Martínez a la silla presidencial, de inmediato lanzó la propuesta del tema de las fotomultas, esto genero inmediatamente el descontento y desaprobación de la sociedad para aplicar este sistema en Morelia, aunque si bien el presidente municipal utilizó diversos argumentos, quienes tuvieron la última palabra fueron los diputados locales y ellos decidieron no dar paso adelante en éste tema.
De igual forma, Alfonso Martínez ha presumido el número de elementos de la Policía Municipal y que va por más, además de que ha reiterado también que la corporación capitalina es la única en toda la república que está 100 por ciento certificada. Sin embargo, los morelianos hartos del actuar de los elementos policiacos han denunciado irregularidades al interior de la misma corporación, el caso específico es el de las patrullas que duraron fácilmente un año de la administración actual sin portar placas.
Larga es la lista de escándalos, así como larga es la lista de obras que se han realizado en esta administración y que han presentado desde problemas de calidad al concluirlas, como gastos excesivos y errores constantes; entre las más sonadas están las siguientes: El Parque Lineal del Río Chiquito, la peatonalización de algunas calles del Centro Histórico de Morelia, reencarpetamiento de la avenida Iretiticateme, de la avenida Universidad, de la avenida San José del Cerrito, sólo por mencionar algunas.
El proyecto de la renovación y modernización del alumbrado público es un tópico que ha dado mucho de qué hablar, pues mientras el alcalde defiende con todo al proyecto que costará cerca de mil 600 millones de pesos y ruega por la aprobación del mismo en el Congreso del Estado, diputados, actores políticos y la sociedad en general ha brindado propuestas para hacer dicha modernización bajo otro proyecto o bajo otro esquema, sin embargo, el edil ha tachado de mentirosos a quienes no concuerdan con su proyecto y ha mostrado cerrazón a escuchar otras propuestas.
Hace apenas unos días, también se dio a conocer una división interna entre regidores independientes y los funcionarios del ayuntamiento de Morelia, pues el regidor Fernando Santiago Rodríguez Herrejón, denunció la presencia de casi 190 aviadores en el ayuntamiento, lo que desató una guerra de declaraciones en redes sociales entre éste y el Secretario de Administración, Yankel Benitez Silva.
Por otro lado también la regidora Kathia Elena Ortíz Avila, acusó al Secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental, Antonio Plaza Urbina, de ignorar a los regidores cuando el cabildo le solicita esclarezca y transparente los proyectos, las licitaciones y los costos reales de las obras que se están haciendo; esta situación había sido enunciada anteriormente también por los regidores, Osvaldo Ruiz Ramírez, Benjamín Farfán Reyes y Salvador Arvizu Cisneros, todos ellos de oposición.
Los funcionarios de Alfonso y su trabajo en “Morelia de Todos”
El síndico municipal, Fabio Sistos Rangel, quien es el segundo a bordo en la actual administración, pudiera calificarse como un funcionario gris, que ni afecta ni incomoda a su jefe, pero que tampoco opina o apoya mucho a la causa de “Morelia de Todos”.
Jesús Avalos Plata, secretario del Ayuntamiento de Morelia, quizá el funcionario con mayor desgaste tanto en lo político como en la social, pues es a su dependencia a donde llegan todas las quejas de diversos sectores de la sociedad, es él quien tiene que sortear los problemas que existen al interior del ayuntamiento como al exterior, por lo que se podría decir que ha realizado un trabajo rescatable.
El Secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental, Antonio Plaza Urbina, es un personaje que nunca ha sido bien visto al interior del Ayuntamiento de Morelia, sin embargo, se ha llegado a considerar como el principal operador político de Alfonso Martínez Alcázar, aunque su trabajo ha sido reprobado por los morelianos, e incluso en reiteradas ocasiones han exigido su salida, además de que su relación con los regidores es rígida.
En otro papel, Yankel Benítez Silva, titular de la Secretaría de Administración, recientemente se metió en una discusión con un regidor respecto a 187 casos de posibles aviadores al interior del ayuntamiento de Morelia, ante lo que el funcionario se mantiene firme en su postura y en sus argumentos, además de que ha sabido sortear otro tipo de problemas administrativos, por lo que su actuación podría considerarse como medianamente buena.
Alberto Guzmán Díaz, tesorero municipal, el que maneja el dinero en esta administración, no se ha visto involucrado en escándalos, aparentemente cumple con lo que le solicita su jefe y administra de cierta forma el recurso que llega al ayuntamiento, por lo que su trabajo podría calificarse como bueno.
Debido a que Morelia es una ciudad patrimonio, el área de la Gerencia del Patrimonio Cultural ha tomado importancia en esta administración, sin embargo, Gaspar Hernández Razo, quien es el titular de la dependencia, ha omitido avances en el tema del fideicomiso de los monumentos históricos de la ciudad, que más que eso está pintado para que se haga una privatización de los mismos, de igual forma vemos en gran parte del centro, mucha cantera pintada y muy desgastada, su trabajo se ha basado en hacer recorridos en los barrios de Morelia pero sin seguir un orden, una continuidad y una cotidianidad; de manera su función al interior de la administración podría considerarse como mala.
José Luis Gil Vázquez, el titular de Servicios Públicos Municipales, si bien fue duramente criticado por el tema de los retiros a la fuerza de algunos comerciantes ambulantes, su argumento siempre se basó en el bando municipal, ha sabido dialogar con los diferentes grupos de comerciantes, además de que ha logrado mantener la ciudad de cierta forma limpia, un funcionario dedicado a su área y que ha sido un pilar para Alfonso Martínez.
La encargada de la economía de la ciudad, Ireri Rivera García, quien en un primer momento fue parte de un escándalo por cambiar sus oficinas al boulevard García de León, un lugar supuestamente muy lujoso, ha pasado por esta administración con un trabajo gris en donde si bien trabajó en la llegada de empresas nuevas a Morelia como el Call Center de Liverpool o Kimberly Clark, aun no se ve un despunte en materia de economía o de empleos, ante lo que su trabajo podría señalarse como regular.
El encargado de las obras, Juan Fernando Sosa Tapia, secretario de Desarrollo Metropolitano e Infraestructura, se ha dedicado a hacer lo que puede y con las ordenes de su jefe Alfonso Martínez Alcázar y de quien también parece ser su jefe, Antonio Plaza Urbina, hace lo que dicen y cómo lo dicen, representa a un funcionario servil y obediente a la causa de sus patrones, no a la de los morelianos; ha dado fechas incorrectas en la conclusión de obras, por lo que también se considera como un trabajo regular.
Estos son solo algunos de los funcionarios que rodean está administración, los que siempre salen a la luz y los que tienen a su cargo las dependencias más importantes en el ayuntamiento que hoy dirige Alfonso Martínez, quien en próximos días estará rindiendo su segundo informe de gobierno como presidente de la capital michoacana.