Morelia, Michoacán.- Este miércoles 14 de marzo se detectaron tres casos de sarampión en la Ciudad de México, lo que a decir de las autoridades del sector salud nacional, es un caso aislado debido a que no es autóctono del país, sin embargo, sí alertaron para prevenir esta enfermedad debido a que no hay un tratamiento específico, sino que se controla por sintomatología (de acuerdo a las molestias que presente el enfermo).
Desde 1996 que en México no se registra un solo caso de sarampión autóctono, y en lo que va de esa fecha hasta la actualidad, son muy pocos los que se han registrado por “importación”. A través de un comunicado, la Secretaría de Salud (SSA), da a conocer que en lo que va de 2018 se ha registrado un solo caso de estas condiciones.
Y fue justamente este caso el que provocó los dos contagios restantes. Fue el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) la dependencia que identificó en la Ciudad de México los tres casos ya mencionados, “el primero corresponde a una mujer de 39 años de edad de origen italiano, residente de la Delegación Benito Juárez; el segundo a un menor de un año de edad, hijo de la mujer de 39, y el tercer caso corresponde a una mujer de 48 años, quien cuida del menor, esta última es residente de la Delegación Tlalpan”.
Es importante mencionar que los tres casos fueron confirmados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológico (InDRE) y actualmente se encuentran asintomáticos (no presentan ningún tipo de síntomas y/o molestias). “Los tres casos confirmados son clasificados como asociados a importación, cuya enfermedad fue contagiada por una persona infectada que vino de fuera del país (aún no identificada), lo que es sustentado por la ausencia total de circulación del virus de sarampión en los últimos dos años en el país”.
Como contexto, es importante señalar que el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa (de ahí la alerta que emite la SSA). Se caracteriza por fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y erupción cutánea (exantema). Se transmite por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada. No hay ningún tratamiento específico, el manejo es únicamente sintomático.