“Probé marihuana y luego cocaína”; la cantante Alejandra Guzmán se sincera sobre las adicciones a lo largo de su vida
Alejandra Guzmán habló como muy pocas veces sobre las adicciones que la han perseguido a lo largo de su vida, revelando el motivo por el que comenzó a ingerir bebidas alcohólicas cuando era una adolescente.
“Desde chamaca, como que yo era un poco [tímida], no me atrevía a hacer muchas cosas, pero me tomaba un tequila y ya te cantaba con el mariachi. Nunca me prohibieron el alcohol en mi casa hasta que me di cuenta de que era alcohólica y de que no manejaba yo esa fiesta”, contó la rockera en entrevista con Pati Chapoy.
Tras esta declaración, Alejandra reflexionó sobre cuando se dio cuenta de su enfermedad y declaró: “cuando tenía 28 años. [Empecé] como a los 14. Las drogas ya cuando tenía 17. [Lo primero que probé] fue marihuana, [y luego] cocaína”.
Al respecto de quién le ofreció inicialmente las sustancias ilícitas, La Guzmán contó: “La misma banda, los buenos amigos, las malas influencias, no hay mucha gente que acepte que tiene un detallito, un error, una adicción, una enfermedad”.
Recordando el momento en que decidió buscar ayuda profesional para combatir sus adicciones, la intérprete de temas como “Mala hierba” y “Mi peor error”, relató: “Yo dije, ya no puedo, yo me fui a mi primer rehab a los 28 años, fue la primera vez que lo intenté así, y yo me lo pagué, yo fui solita dije ‘no, con permiso, yo ya me voy’, y fue un diciembre, me acuerdo”.
Sobre el tiempo que ha permanecido en rehabilitación, Alejandra puntualizó: “Un mes, siempre se queda uno un mes, mi mamá me llevó, entonces llegó una terapeuta y me dio una caja de kleenex y me dijo ‘ven, órale, a llorar’, entonces uno va a llorar y a encontrar todos esos recuerdos que te hacen adicto o que tú no quieres sentir. Todo, el alcohol, las drogas, están para que tú no sientas nada, para que te sientas a toda madre, feliz”.
Acto seguido, la cantante externó su negativa a nuevos procedimientos para combatir las adicciones como la implantación de un chip en el cuerpo, método al que han recurrido artistas como Pablo Montero.
“Lo más sano es que psicológicamente te echen la mano, no nada más es que te quiten el alcohol, o que te pongan un chip, que se me hace una babosada, pero bueno, cada quien, si se quieren meter 10 chips, métetelos, yo pienso que a cada quién como le ayude”, expresó.
Al ser interrogada sobre las recaídas en sus adicciones, la artista de 55 años subrayó: “Muchas veces, pero es parte de [el proceso], es como cuando apagas una vela, entonces dejas de tomar, pero cuando recaes, prendes la vela, no desde arriba, desde donde estaba, entonces te vas desde donde estabas hasta a ver a donde, el rollo es que vas cavando tu propia tumba, tú tienes que ver hasta dónde, entonces hay gente que no tiene fondo. Yo creo que cuando tocas bien tu fondo, ya ahora sí sales”.
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Finalmente, Alejandra manifestó que a pesar de lo malo que ha vivido con su batalla contra las adicciones, se siente orgullosa de que sabe pedir auxilio cuando la necesita. “Sí lo he tocado, ¡cómo no!, [he recaído, pero] lo bueno es que he tocado fondo, lo bueno es que he sabido alzar la mano y pedir ayuda”, aseveró.
Fuente: Agencia México