Conoce una alberca natural en el cráter de un volcán, a dos horas de Morelia; aquí te decimos dónde se ubica exactamente
Morelia, Michoacán.- En el cráter de un volcán extinto, a dos horas de distancia de Morelia, se ubica una maravillosa laguna de tinte azul verdoso característico y rodeada de vegetación exuberante, ideal para pasear en contacto con la naturaleza.
Leyendas que remontan a la época prehispánica, relatan que dos bellas doncellas
se ahogaron en sus aguas al pelear por el amor de un joven; esa batalla, cada primavera, origina la aparición de misteriosas y lindas flores. También se cuenta que era el sitio favorito del rey Tacamba para bañarse.
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Como todos los cráteres volcánicos, denominados por la Geología como Axalapazcos, éste es resultado de una fuerte explosión que se concentró en un tubo o chimenea de diámetro reducido, por lo que no engendró rupturas en el terreno donde se produjo.
La cavidad resultante, en forma de elipse y de aspecto salvaje e imponente, cuenta con una longitud máxima de 800 metros lineales de borde a borde, y de 375 metros al nivel de la superficie acuática.
En la cavidad embudiforme, el punto más profundo de las aguas no muy saladas y producto de las lluvias, es de 27 metros. Al oriente se ubica la única playa a modo de angosta media luna de fácil acceso, por estar en el reborde de menor elevación, de 15 a 20 metros de alto. Mientras que la altura mayor es la de una gran pared casi escarpada de 172 metros.
Las paredes más altas y pendientes están tupidas de grandes coníferas. Predominan los acantilados de roca maciza de color rojizo y de naturaleza basáltica, preexistente a la apertura del orificio. Además, en capas muy regulares, yacen los residuos de la magma, en fragmentos angulosos y redondeados, que van del gris amarillento al negruzco.
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Situada en la entrada a la Tierra Caliente de Michoacán, en la falda del cerro alto de la Corucha, a tres kilómetros de la exhacienda de Chupio y cuatro de la cabecera municipal, recibe el nombre de Alberca de Tacámbaro.
Ahí se puede pescar pero, debido a las plantas subacuáticas, no es recomendable nadar. Actividades ecoturísticas de campismo, ciclismo, observación de la flora y fauna, paseos en lancha y senderismo, enriquecen la experiencia de la visita.
Con información del Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, emitido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).